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Oferta imperdible: se venden seres humanos.

Oferta imperdible: se venden seres humanos.

Cuando era niño solamente deseaba que Lassie muriera, muerto el perro se acabó la rabia; con solo diez años era mi razonamiento, si se muere el perro protagonista nos librábamos de una serie que me resultaba enfermiza. 

También soñaba con que Heidi un día cayera rodando por la ladera de la montaña y claro, a causa de los graves politraumatísmos muriera. Si hubiera tenido una nany como Mary Poppins seguro hubiera intentado envenenarla con cianuro. Vale, nunca creí en pajaritos preñados, es verdad.

Cada uno tiene su propio modelo del mundo, algunos lo modelan a través de la televisión, otros como pueden y otros intentamos tener el control del proceso en todo momento.

Se venden seres humanos.

Leer o asistir a un documental por televisión sobre la compra venta de seres humanos para muchos puede ser una fantasía, algo irreal, lo cual hasta les puede costar procesar satisfactoriamente.

Algo muy diferente es cuando a uno le ofrecen comprar su propio ser humano, igual que un objeto material, para uso y disfrute del propietario y sin limitaciones.

Es patético, luego del trágico terremoto de Haití algunos medios de comunicación parecen haber descubierto que se venden seres humanos. Al parecer, luego de profundas y comprometidas investigaciones detectaron redes de venta de niños.

Enhorabuena, aunque siento decirles que llegaron tarde con la noticia, bastante tarde. Cuando menos para algunos que conocemos ciertas realidades no es nada nuevo bajo el sol y, demás está decir, que para los gobiernos del mundo con sofisticados servicios de información menos que menos. Tampoco dejemos fuera a los medios de comunicación como inocentes ignorantes de la realidad. Otra cosa es que la noticia no convenga por diferentes motivos difundirla.

La diferencia es ser espectador de la sensacional noticia a través de la sagrada televisión y otra muy diferente es cuando a uno le ofrecen comprar por un puñado de billetes a un ser humano. Si, no nos rasguemos las vestiduras, se venden seres humanos y es uno de los tres negocios más grandes del mundo, los otros dos son el trafico de armas y de drogas.

En diferentes regiones del mundo se venden seres humanos.

En diferentes regiones del planeta uno puede comprar su ser humano. Lo ofrecen a gusto del consumidor. Niños y niñas para ser utilizados como esclavos sexuales, adolescentes para iguales fines y de varias razas son traficados inhumanamente. Vendidos, utilizados y revendidos, iguales que objetos de usar y tirar.

En Europa las diferentes fuerzas de seguridad de cada Estado han desbaratado gran cantidad de bandas de traficantes de seres humanos. Habitualmente provenientes de algunos países del Este de Europa y con socios locales. El clásico fin es para la prostitución, hasta películas hay donde se denuncian dichas actividades y la mayoría de las veces basadas en hechos reales.

En algunos países de Asia y de Latinoamérica, uno puede obtener servicios sexuales infantiles por unos pocos dólares. No hablo por hablar, no repito lo que vi en la televisión, lo viví. Me ofrecieron servicios sexuales infantiles por lo que cuestan un par de cervezas.

Si uno quiere en ciertos países puede contratar servicio doméstico “especiales”, es decir, además de las tareas de la casa, le hacen favores sexuales. Hablo de menores de edad y repito, la oferta no es velada, cualquiera que pase por alguno de esos países recibe las ofertas. Particularmente en el Caribe pude observarlo con mis propios ojos.

Claro, es lógico, se preguntarán por qué no realicé la denuncia pertinente. ¿A quién? ¿A las fuerzas de seguridad que controlan el negocio?

Por que muchas veces detecté que los prestadores de los servicios están protegidos por los propios policías. No son miembros de la Benemérita que uno puede entrar tranquilo al Cuartel de la Guardia Civil y realizar una denuncia de ése tipo sabiendo que harán su trabajo y nuestros derechos constitucionales serán respetados. Me refiero a realidades con niveles de corrupción policial difíciles de imaginar; niveles de corrupción social y carencias de valores casi totales. No intento con lo anterior intentar decir que España es mejor que otro país o un modelo magnífico, aunque en el tema de las Fuerzas de Seguridad del Estado es un país que en comparación con otros se destaca en positivo.

No solamente en el Caribe me ofrecieron comprarme mi propio ser humano, no; en Brasil por ejemplo me llegaron a ofrecer a una menor de edad simplemente con una condición, que no la revendiera o la prostituyera. El pedido me lo realizó la propia madre de la adolescente que por cierto, era la que me ofrecía a su hija de forma insistente. Ante mi negativa me dijo a la cara que si su hija no era de mi agrado, morfológicamente hablando, podía conseguirme a una sobrina suya que estaría dispuesta a irse conmigo solo con tal de huir de las carencias materiales, si, es bestial aunque real.

También me ofrecieron directamente adolescentes con precio marcado o bien para directamente que pasaran a ser una posesión más o en régimen de alquiler. Cuidado, en Brasil uno nota que las fuerzas de seguridad del estado y las fuerzas políticas intentan parar la prostitución infantil y la venta o eventual adquisición de adolescentes y niños, el tema es que es tal la dimensión del problema que se torna una lucha titánica. Tampoco hago apología de la PM (Policía Militar de Brasil), una de las policías más corruptas del planeta y de la cual tengo varias historis para contar; situaciones que experimenté u observé de primera mano respecto de dicha fuerza policial (son para un libro de ciencia ficción a decir verdad).

Nobleza obliga decir que los países citados por mi parte no son lo únicos ni mucho menos en donde me ofrecieron comprarme a un ser humano, en varios más de la región y hasta en Europa recibí insinuaciones o directamente me fueron ofrecidos. Concretamente en España me ofrecieron «compar mi ser humano», para usos desde luego nada legales o éticos.

Considero oportuno que en vez de estar debatiendo ciertas cosas más que superficiales se comience a sacar a la luz por los medios de comunicación ciertas realidades y no precisamente en el horario de la madrugada, mejor en prime time así tales realidades llegan al gran público e intentamos modificarlas. Al ritmo que vamos el deterioro en nuestras sociedades es tan tremendo que a buen puerto estoy seguro no nos dirigimos.

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(2) Comments
  1. Daniel, lo que me parece es que los niños y niños son " invisibles" para la nuestra sociedad. Hablamos en la " invisibilidad " en los derechos humanos como una cosa que la sociedade no quiere mirar. Aca en Brasil, los niños que se quedan en las calles tambien parece ser " invisibles" para el gran publico.

  2. Jamila, estoy totalmente de acuerdo contigo, los niños parecen invisibles al gran público aunque considero que no solamente en Brasil sucede, pude comprobar que en otros países la situación de los niños en situación de desamparo es similar. Mucho hablamos de los Derechos Humanos y poco o nada de las Obligaciones Humanas.
    Gracias por tu comentario Jamila y mis mejores deseos para ti.

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