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Las tareas escolares: ¿a favor o en contra?

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Las tareas escolares: ¿a favor o en contra?

¿Desde las necesidades de quiénes atendemos? ¿Desde las de los alumnos, los padres o desde las del Estado? ¿Cuáles son los resultados obtenidos?

Dentro del ámbito educativo las tareas escolares han sido un elemento inseparable del mismo, el cual hoy día es motivo de serias discusiones en cuanto a la conveniencia o no de las mismas. Todo hay que decirlo, la discusión del tema a nivel pedagógico tampoco es nada nuevo y siempre, dependiendo de los períodos, los profesionales se han posicionado en uno u otro sentido. Al final de cuentas los argumentos, independientemente de las épocas, terminan siendo muy similares en contenido y desde luego también en la intención.

Las tareas escolares tienen como objetivo, entre otros, generar y estimular ciertos hábitos específicos en el individuo.

En lo estrictamente personal intentan estimular ciertos valores, los cuales serán muy importantes para el individuo en su desarrollo personal. Algunos factores que se intentan estimular son el de la responsabilidad, hábitos de trabajo, autonomía y aumentar el poder de concentración. También desde lo académico procuran con las tareas escolares que el alumno refuerce sus conocimientos y los ponga en práctica.

Amén de que es responsabilidad del individuo realizar las tareas escolares, en la gran mayoría de los casos es un asunto familiar en dónde los padres se ven directamente involucrados. Principalmente en las primeras etapas de la enseñanza básica es dónde el niño necesita de cierto grado de control y estímulo por parte de sus progenitores. Precisamente lo que no debe notar el niño es que se le está controlando, la intención debe ser de estímulo y supervisión paterna; una forma al mismo tiempo de estrechar vínculos filiales.

Vale decir que las tareas escolares se desarrollarán dentro del ámbito familiar, con lo cual procede tener en cuenta que las mismas se integren a la dinámica del entorno y no procede se conviertan en factor distorsionador del mismo. En tal sentido muchos padres son los que manifiestan cierto grado de desaprobación en cuanto a las tareas escolares, precisamente por el último factor antes mencionado.

Es menester desde luego, al tratarse de una actividad dentro del entorno familiar, que los padres gestionen su tiempo de forma tal que supervisar las tareas escolares de sus hijos no se transforme en factor limitador de otras actividades personales.

Ciertamente las tareas escolares son una excelente oportunidad para transmitir al niño otros valores altamente importantes, como la gestión del tiempo y estructurar el mismo de acuerdo sus necesidades. Comenzar a generar en él un grado de independencia en cuanto a la forma en que estudiará y también en cómo gestionará la forma de trabajo. 

El factor tiempo y otros argumentos en contra de las tareas escolares.

Éste factor, el del tiempo, suele ser el que precisamente el que genera más controversia, y es un argumento fuertemente esgrimido por quienes están en contra de las tareas escolares.

Quienes se muestran en desacuerdo con las tareas escolares las interpretan hasta como una forma de punición, sostienen que no estimula el razonamiento del niño y solo se pretende aumentar la carga escolar trasladándola a su entorno familiar con lo que ello implica. Incluso se habla de estrés y de angustia o que las mismas sirven para estimular hábitos competitivos con otros educandos.

Desde luego que las tareas escolares en modo alguno deben suponer un castigo para el niño ni mucho menos una forma de presionarlo, todo lo contrario; también vale decir que a temprana edad es altamente importante el aspecto lúdico, el cual debe no solo estimularse dentro del entrono familiar, también en el educativo. Dicho aspecto, además de estimular el aprendizaje, tiende a favorecer las formas en que el niño establece relaciones interpersonales; una forma de interactuar con otros individuos y así también desarrollarse satisfactoriamente.

Hay que adaptar las tareas escolares de acuerdo a la franja etárea.

Lo que si entiendo procede en toda regla es adaptar el sistema de las tareas escolares específicamente a las necesidades del niño y adaptadas las mismas de forma precisa a cada franja etárea; aumentado el grado de carga y con ello de exigencia gradualmente. Es menester que prevalezca la calidad ante la cantidad y con un fin claramente determinado, no solo desde lo pedagógico, también desde las necesidades básicas del niño para su pleno desarrollo.

A temprana edad precisamente, es cuando mejor se transmiten ciertos valores y hábitos al individuo; como por ejemplo los hábitos de estudio y el hacerse responsable a través de las obligaciones, en éste caso las escolares. Los anteriores, son elementos utilizados como argumento por quienes están a favor de las tareas escolares.

No podemos pretender intentar transmitir ciertos hábitos al individuo, cuando la personalidad de éste está formada con los mismos resultados que en otras fases de su desarrollo. Siempre resulta bastante más sencillo y mucho más rentable en términos de beneficio del individuo, hacerlo en las primeras fases del desarrollo psicosexual del mismo.

Algunos datos que muestran estudios parciales realizados en torno a las tareas escolares, porque no hay hasta el momento análisis concluyentes en cuanto al tema, reflejan ciertas tendencias. Una de ellas es que la gran mayoría de los padres, presuntamente, está de acuerdo en aumentar la carga de dichas tareas a medida que individuo pasa de año. Es decir, que a mayor edad más exigencia y con ello se considera oportuno que el alumno le dedique más horas a las mismas.

Otros factores a tener en cuenta vinculados a las tareas escolares.

Cabe destacar que no podemos generalizar de forma alguna las realidades, algo que frecuentemente se suele hacer y en modo alguno es recomendable. Por tanto entiendo pertinente, al momento de valorar la conveniencia o no de las tareas escolares, valorar o cuando menos tener en cuenta ciertos factores.

El primero es que cada sociedad tiene un modelo educativo diferente, lo que puede parecer un detalle hasta absurdo para algunos desde luego no lo es en modo alguno. El sistema educativo es buen reflejo de la sociedad y, sobre todo, de ciertos valores y perfiles individuales que su vez se transforman en componente del todo social.

Comparar no es del todo políticamente correcto, aunque viajando por el mundo uno encuentra el resultado de los modelos educativos establecidos. Caminando por las calles de diferentes países uno puede comprobar en el tipo de sociedad en la que se mueve; y cuanto más uno viaja por sociedades completamente diferentes, más diferencias en los resultados educativos encontramos.

Nada es casualidad y solo existen las causalidades.

 

Por otro lado, los centros educativos privados suelen tener sus propias filosofías educativas, con lo cual entiendo tampoco procede comparar entre éstos y los públicos. Suelen aplicar modelos educativos diferentes y con tareas curriculares, con la correspondiente carga horaria también diferente.

Los centros educativos privados, cuando menos los de ciertas sociedades, también diferencian a sus alumnos con uniformes; aunque es un elemento para analizar otro articulo entiendo procede cuando menos mencionarlo por su significado y trasfondo. El uniforme escolar os aseguro no genera menos controversia que las tareas escolares.

Dependiendo de la sociedad en concreto, los centros de enseñanza privados se diferencian de los públicos por sus tareas o actividades extracurriculares. Sin embargo, en sociedades con sistemas educativos avanzados y gestionados por el Estado, los alumnos gozan de los mismos beneficios de aquellos que asisten a centros de enseñanza privados. 

Un factor a tener en cuenta cuando abordamos la conveniencia o no de las tareas escolares es a quienes les convienen o no las mismas; si realmente se está pensando en el educando cuando se toma posición sobre el tema o, por el contrario, se atiende a necesidades y razones estrictamente de los adultos.

Desde mi experiencia estrictamente personal, y luego de observar tan diversas realidades por diferentes partes del mundo, considero que buena parte del resultado final de una sociedad es consecuencia de su sistema educativo. Especialmente en lo vinculado a la transmisión de ciertos valores a los alumnos, y sobre todo aquellos vinculados al respeto de lo colectivo y de cómo un individuo debe moverse por la vida sin faltar el respeto a los demás.

En tal sentido, considero que las tareas escolares promueven y estimulan un sentido de responsabilidad en el individuo, un valor fundamental para su fase adulta en la cual se convertirá en un miembro activo de la sociedad.

Desde luego, los valores de los cuales algunas sociedades casi carecen por completo, son el resultado de la falta de transmisión de los mismos en sus hogares; porque la educación comienza en la familia y no en el colegio.

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(3) Comments
  1. Como toda situación que nos implica a un gran número de personas hay dos versiones, una, el tiempo, es cierto que los padres que trqbajan , cuando llegán a cas quieren pasar unos momentos lúdicos con sus hijos y no empezar a ver los deberes y ponerse a forzar una tarea que para cualquier niño despues de las horas escolares no es agradable.
    La otra es que aparte de la educación que ayuda a tener una disciplina y hacerlos conscientes de sus obigaciones, es un tiempo compartido en el que los padres hacen una labor conjunta con sus hijos.
    Estos valores y esta educación que está muy bien en la temprana edad, se va al garete en la adolescencia en la que la ley del minimo esfuerzo impera en los chi@s y todo intento de ayudarles o preguntarles se convierte por arte de mágia en un ataque a su intimidad, los resultados academicos serán según le apetezca al adolescente les castigues , les hables o no, solo queda esperar que salga de ellos y que sean lo suficientemente responsables para llevar a cabo sus tareas.
    Pilar Perez.

  2. Gracias Pilar por tu comentario.! Desde luego siempre encontraremos ante cualquier tema enfoques y opiniones diferentes, todo depende sobre todo de dónde nos toque.

    Tanto desde mi opinión personal como profesional, sabes que siempre estimulo el ejercicio de una paternidad responsable; cosa que por momentos parece como pedir un milagro a Lourdes a decir verdad.

    Es muy interesante el punto que abordas en cuanto que es un “tiempo compartido” con los hijos, factor también altamente importante para el positivo desarrollo del niño. En cuanto a la adolescencia en fin, más que echar mano de los cientos de textos y teorías sobre dicha fase, nos queda la experiencia de los padres, y claro, a no olvidarnos que de un modo u otro todos pasamos ella. Un beso grande y gracias por estar ahí.!

  3. Creo que las tareas escolares tienen una finalidad y se deben seguir dando a los chicos, es por su propio bien y además mejor que estén estudiando y no frente a la consola o perdiendo el tiempo por ahí.

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