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La sociedad del sobrepeso y la obesidad.

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La sociedad del sobrepeso y la obesidad.

Tanto el sobrepeso como la obesidad son problemas de salud y como tal deben ser tratados en consecuencia.

 

Lo esencial es invisible a los ojos, no debemos ser superficiales y valorar a las personas por sus ideas y formas de pensar, por su capacidad y formación, por sus talentos y virtudes. Muy bonito y políticamente correcto. Ahora, la realidad es bien diferente, en la calle se manejan otros códigos y la imagen personal cobra un papel casi determinante en muchas circunstancias.

La imagen personal comunica, envía un mensaje y determina la reacción del receptor. El estereotipo del gordito feliz no cuela, no se sustenta de forma alguna al enfrentarse al otro estereotipo, el ser delgado. Una persona con su autoestima minada y siendo discriminada solapadamente es cuando menos complicado alcance la felicidad, independientemente que tenga una personalidad a prueba de minas antipersonales.

Atrás quedó la etiqueta que ser gordito significaba ostentar una posición social acomodada, las épocas de hambrunas en los países desarrollados quedaron ancladas en su historia. La imagen personal que transmite hoy día una persona con sobrepeso u obseidad es bien diferente, poco amor propio y baja autoestima; resumiendo el concepto, desidia.

Los expertos intentan que su mensaje llegue a la población, el sobrepeso y la obesidad son problemas muy que graves en nuestras sociedades, problemas de salud pública.

La paradoja, entre muchas otras, es que en los países subdesarrollados económicamente hablando y los de ciertas regiones del mundo el comer es un desafío, en nuestras realidades el comer es un acto banal y para muchos la vía de evacuar ciertas angustias existenciales y paliar carencias variopintas. A las pruebas me remito, el índice de obesidad y sobrepeso en los individuos es sencillo de detectar, basta salir a la calle y calibrarlos. Por tanto, el tema del sobrepeso es un asunto de salud pública y en consecuencia los gastos generados por él los pagaremos entre todos con nuestros impuestos.

Las afecciones derivadas de una mala conducta alimentaria son por todos conocidos, sin entrar claro en las antípodas del problema que son patologías como la bulimia y la anorexia. Muchos se quejan de ser discriminados por su sobrepeso y otros argumentan ciertos requisitos estéticos mínimos para ocupar algunos puestos de trabajo, lo cierto es que el sobrepeso es un estigma social aunque claro, no condenado.

Los problemas del sobrepeso.

La grasa no aporta más que problemas en las vidas de los sujetos y en algún momento es altamente probable que les pase la factura correspondiente. El sobrepeso mina la autoestima y se transforma en factor potencialmente limitador al momento de disfrutar de una calidad de vida aceptable. Cuando el sobrepeso llega a provocar problemas en la salud del individuo saltan las alarmas, porque no hay que ser vidente, basta realizar un buen diagnóstico para realizar un buen pronóstico. A la persona delgada le dirán, como mecanismo burdo de defensa, que justamente es muy delgado y, si la persona es mujer, que parece anoréxica. La idea es arrastrar al grupo de referencia de individuos con sobrepeso a cuantas almas se puedan juntar. 

El sujeto con evidente sobrepeso que realiza tales comentarios lo hace desde su problemática e intentado justificar por un lado su morfología y por el otro para intentar hacernos creer que el problema lo tenemos nosotros. Lo dantesco de la situación es observar los niños con sobrepeso que inundan nuestras sociedades. Es tremendo, lo padres parecen estar encantados con sus pequeños seres indefensos ante la mala educación alimentaria de sus progenitores, los cuales casi siempre también padecen sobrepeso y transmiten el ejemplo y condicionan a sus hijos de forma casi punible.

El efecto de replicar la conducta alimentaria de sus padres lo pagarán en sus propios cuerpos con las correspondientes consecuencias. Muestra clara de cómo no se ejerce una paternidad responsable por parte de muchos padres. Los inflan a base de bollería industrial, hamburguesas y refrescos cola.

El negocio millonario del sobrepeso.

Al mismo tiempo el gran negocio que se genera entorno al problema del sobrepeso es enorme. Dietas y drogas milagrosas se ofrecen a diestro y siniestro, muchas veces sin la debida regulación de los ministerios de salud correspondientes de cada país, y claro, si queremos saltarnos las regulaciones se echa mano de internet y asunto resulto, porque muchas drogas prohibidas dentro de un territorio en otro no lo son; maravillas de la globalización.

Las clínicas de adelgazamiento merecen un párrafo aparte, los hacen bajar de peso a base de dietas espartanas, con diuréticos y un asesoramiento profesional desde lo mental mínimo o inexistente. Lógico, el efecto rebote que sufre el individuo es bestial y en muchos casos no solamente recuperan los kilos perdidos y aumentan muy por encima de su peso de referencia de antes de comenzar el tratamiento.

En realidad no es tan complicado, una alimentación equilibrada, consumir menos calorías de las que quemamos y practicar regularmente deporte y claro, antes de nada solucionar los conflictos o elementos limitadores que dificultan al individuo comenzar a trabajar en su propio beneficio. Procede analizar seriamente con ayuda profesional los por qué de modificar sus hábitos alimentarios y comenzar a recorrer el camino de una buena calidad de vida.

Es menester sentirnos dueños de nuestros cuerpos y reflexionar sobre el proceso que nos condujo al resultado del sobrepeso, para así revertirlo con otro proceso para llegar a alcanzar nuestros objetivos, que en definitiva se resumen en sentirnos bien con nosotros mismos sin depender de las interpretaciones de terceros.

Por el momento no se registran casos de individuos que de un día para otro se despertaran con cinco u ocho kilos demás, porque es simple, se llega al sobrepeso mediante un proceso por activo y por pasivo, en el acto de comer y al mismo tiempo de no hacer nada por evitarlo.

Lo cierto es que altamente recomendable es acudir a nuestro médico de cabecera y realizarnos un chequeo en regla para descartar posibles enfermedades o limitaciones, porque claro, hay que valorar en qué situación se encuentra nuestro cuerpo sin dejar de lado nuestra mente. Evitar dietas milagrosas basadas en drogas y dietas de hambre, porque la factura mental nos será pasada a debida cuenta.

Lo que determina el sobrepeso en un individuo no es la balanza o el espejo, es el médico utilizando herramientas para determinar el índice de grasa corporal del sujeto. Nuestra percepción es subjetiva y por tanto no debemos caer en el simple hecho de cómo nos vemos frente al espejo o a través de la opinión de terceros.

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(10) Comments
  1. Yo padezco sobrepeso, se pasa realmente mal en colegio e instituto. Luego, en trabajos y al dia a dia, eso cambia, quizá no a mejor, pero a algo no tan constante. Lamentablemente mi físico me rebaja a la hora de encontrar pareja. Por eso he decidido hacerme asexual.

  2. DDmx, antes de nada el agradecimiento por compartir tu experiencia la cual por cierto cobra un valor significativo por ser tan clara y directa.
    El efecto condicionador negativo del sobrepeso es un hecho; lo lamentable considero es discriminar y, en tal sentido, sospecho que nadie se encuentra a buen recaudo de ser discriminado, puesto que quienes lo hacen encontrarán cualquier excusa para hacerlo. Personalmente considero que el ser humano al discriminar se rebaja en su condición.
    DDmx, un saludo, gracias por estar ahí y mis mejores deseos para ti.

  3. Hola. Lamentablemente el medio social en el que vivimos, le da un valor demasiado alto a la apariencia física del ser humano. Muchas personas se dejan llevar por ese "mercado" de cuerpos perfectos y al no encajar en un prototipo de "físico ideal" se deprimen y tratan de auto destruirse. A aquellas personas que tienen baja su autoestima por su sobrepeso, yo les recomiendo un excelente libro para que su peso se reduzca y su autoestima se fortalezca. Para más información visita:
    http://tinyurl.com/ya-baje-de-peso

  4. Gracias por tu comentario Sergio.
    Referente a tu recomendación honestamente desconozco dicho método sin dejar de reconocer que pueda eventualmente ser útil o no dicho sistema, no pretendo de forma alguna de realizar un juicio de valor, entiendo no procede por mi parte el hacerlo.
    Un saludo y nuevamente gracias.

  5. En estudios sobre la obesidad infantil, se dice que tiene sus inicios desde que el bebe por nacer esta en el vientre. Mujeres embarazadas que aumentan mas peso de lo recomendado, corren mas riesgo de que les nazca su bebe con sobrepeso, y por consecuencia que desarrollen diabetes. Es muy lamentable.

  6. Gracias Leticia por tu comentario.

    A decir tu observación es muy precisa, fácilmente podemos detectar mujeres en estado de gravidez con síntomas claros de sobrepeso. La idea de la mujer embarazada, asociada al estar literalmente gorda es de tiempos de antaño aunque, de forma frecuente lo escuchamos en nuestras sociedades. Muchas veces se utilizar el argumento como burdo mecanismo de auto justificación.
    El punto es que la mujer al quedar en estado de gravidez tiene sobrepeso, por tanto las consecuencias serán para ella y su hijo. La diabetes de tipo estacionaria, en mujeres embarazadas, es moneda corriente. Un factor que pocos, por ser políticamente correctos, se cuidan de tocar son los cambios morfológicos en las mujeres como consecuencia de haber quedado en estado de gravidez padeciendo sobrepeso y mantenerlo durante el proceso de embarazo, lógicamente el post parto, desde lo morfológico y fisiológico, tendrá claras evidencias.
    Muchas situaciones particulares derivan en depresión post parto, entre otras causas claro, por la modificación morfológica experimentada por la mujer y todo lo que conlleva que es mucho y ciertamente complejo.
    Al final cabe aplicar el principio de ejercer una paternidad responsable. Estar embarazada es una cosa y padecer sobrepeso es otra, evidencias sobran, otras cosa es no reconocer o asumir responsabilidades.
    Gracias Leticia por tu interesante observación. Un saludo.

  7. Si solo hay que salir a la calle para ver que está lleno de gordos y lo peor son los críos que parecen que los padres lo están engordando a posta. Los inflan a bollería industrial y a bebidas cola; les zampan el bocadillo y cuidado con mandarles a practicar deporte, igual se lesionan.

  8. Gracias Anónimo por tu comentario.!

    Así es, basta salir a la calle para comprobar que lo niveles de obesidad son, peligrosamente, muy elevados. La obesidad infantil desde luego es reflejo del no ejercicio de una paternidad responsable; los niños, además de seguir el ejemplo de sus padres, comen los que éstos les ponen en sus manos.

    Por otro lado es menester transmitir hábitos saludables, entre los cuales podemos incluir la práctica deportiva, el sedentarismo desde luego solo actúa como factor negativo en la vida de cualquier persona.

  9. Yo no me voy a tirar de nada porque tengo algunos kilitos demás pero otra cosa es la obesidad. Además hay que decir las cosas como son, los gordos están mal vistos en todos lados y eso del gordito feliz no se lo cree nadie, ni siquiera ellos. Tampoco me parece irnos a extremos y terminar con cosas como la bulimia o la anorexia porque esas si son cosas jodidas de verdad.

  10. Soy delgada y siempre me lo echan en la cara como si fuera un problema o estuviera enferma. Siempre fui así y por más que coma no engordo. Yo creo que hay mucha envidia y cuando te ven delegada te lo dicen por eso. Yo creo que la verdadera enfermedad es la gordura y sobre todo en los niños es más grave porque después de adultos van atener muchos problemas de salud.

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