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La importancia de rectificar y corregir el rumbo.

La importancia de rectificar y corregir el rumbo.

Porque somos los dueños de nuestras vidas debemos tomar el control.

Muchos son quienes optan por ver pasar literalmente la vida delante de sus propios ojos, otros a través de terceros, algunos a través de la pantalla del televisor o incluso sumergidos en el mundo virtual.

Debemos arriesgarnos a ser los protagonistas de nuestras propias vidas, adueñarnos de ella y por tanto lo primero es hacernos responsables de nuestros actos. El camino de la vida es precisamente un camino a recorrer día a día, en cual encontraremos dificultades a las que nos enfrentaremos, limitaciones que superaremos y problemas que resolveremos.

La flexibilidad es un factor altamente importante a valorar en nuestro camino. Rectificar constantemente y corregir el rumbo es de vital importancia, permitirnos errar, acertar y llegado el momento y dependiendo de las circunstancias realizar las correcciones del caso en favor de nuestros propios intereses.

La concatenación de hechos es una herramienta muy útil para entender el cómo hemos llegado hasta nuestro presente. Enlazar cada paso que hemos dado en nuestras vidas uno con otro nos ayudará a entender muchas veces los por qué de hasta dónde hemos llegado.

Nada es casualidad, independientemente de sus creencias religiosas o filosóficas, el hecho es que cada hecho de nuestra vida se une a otro que le precede y así sucesivamente. 

No es menester estar anclados en el pasado, al contrario, cada paso que retrocedemos en la cadena de los pasos de nuestra vida tiene como intención valorar a cada uno de ellos, observarlos y analizarlos, de ser posible hasta mejor es hacerlo disociados de las situaciones que protagonizamos para así contemplarles desde otra perspectiva.

Cuando llegamos a un hecho es necesario a posterior de haberlo valorado el continuar, dejándolo en un lugar que no incomode, es decir, reubicarlo en nuestra historia de vida y de ser necesario intentar resolver cualquier factor que pueda eventualmente estar dificultando o limitando nuestro presente.

Poco a poco realizando éste viaje hacia atrás en nuestra vida, enlazando un hecho con otro, podremos eventualmente comenzar a vislumbrar que nuestros propios pasos nos condujeron al siguiente, es decir, nuestros actos basados en nuestras decisiones. 

La suerte y el destino son conceptos para muchos lapidarios en sus vidas y en muchas ocasiones se entregan a ellos interpretando que no tienen posibilidad alguna de modificar su futuro, que no controlan su presente porque evidentemente hay cosas en su pasado, al cual vuelven de forma recurrente sin solucionar nada, que están fuera de lugar e incomodando el presente.

Desde luego dicha actitud, el dejar atraparnos por las creencias en la suerte y el destino, pueden resultar en apariencia zonas de confort aunque en realidad no son nada beneficiosas a nuestros intereses particulares, muy por el contrario hasta nos pueden sumergir en sensaciones de resignación nada confortables.

Es necesario entender los por qué de cada hecho de nuestras vidas para poder vivir plenamente nuestro hoy, nuestro presente, y así abrir la posibilidad de mirar hacia adelante, es decir, proyectar nuestro futuro.

Nada bueno será el plantearnos en nuestro camino de concatenación el utilizar términos como debería, podría o tendría, porque de hecho no solucionaremos nada con tales planteamientos, al contrario, serán potenciales limitadores de nuestro presente y por tanto condicionarán nuestro futuro.

Al mismo tiempo, igualmente peligroso a nuestros intereses es utilizar tales términos atendiendo desde nuestro presente puesto que nos dificultan enormemente el entrar en acción, en dar el tan necesario paso hacia adelante.

Si encontramos un hecho dentro del cual tuvimos otras opciones es importante valorarlas y entender el por qué actuamos como lo hicimos, ahora, de nada sirve lamentarse, hay que dejar los hechos del pasado en un lugar cómodo dentro de nuestro ser, porque lo hecho, hecho está.

Muchas son las corrientes y diferentes escuelas de la psicología que todavía realizan la concatenación a base del sufrimiento del hecho, de recordarlo hasta el dolor y por cierto, demostrado está que para resolver conflictos que se han generado en nuestro pasado no es necesario experimentar tal sufrimiento.

Somos quienes tomamos, consciente o inconscientemente, cada uno de los pasos de nuestras vidas, son nuestras decisiones, nuestros actos y por tanto debemos hacernos dueños de ellos y tomar conciencia de cada situación en nuestro presente para dar el siguiente paso que nos conducirá irremediablemente hacia nuestro futuro.

El hacernos los protagonistas de nuestras vidas, tomar el control de ella y escribir nuestro propio guión disipará la incertidumbre que provoca el futuro.

El aquí y ahora es el único punto dentro del marco temporal de nuestras vidas en cual podemos actuar y el tiempo, independientemente de ser un concepto altamente relativo, es nuestro único y verdadero patrimonio.

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

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