Europa está en el Tercer Mundo.
¿Europa es el primer mundo? Porque algunos países de la UE son muy parecidos a los del Tercer Mundo.
Alfred Sauvy acuñó el término Tercer Mundo en el año 1952 inspirado en el concepto francés de Tercer Estado, su finalidad era hacer referencia a los países que no pertenecían a ninguno de los dos bloques que quedaron determinados en los años de la Guerra Fría, el occidental y el comunista.
Suele suceder que algunos términos se transforman con el paso del tiempo e incluso se utilizan para hacer referencia a ciertas cosas que lejos quedan de su significado original, éste es el caso al hablar del Tercer Mundo.
Hoy día según la RAE, Real Academia Española, el término se utiliza para hacer referencia a los países menos desarrollados económica y socialmente. Basados en la definición anterior, el mapa de los países del primer mundo se centra en Europa, EE.UU, Canadá, Australia y Japón. El resto bien podemos colocarlos e insisto, según la definición de la RAE, dentro del Tercer Mundo.
Algunas de las características del presunto Tercer Mundo son: el endeudamiento económico con países más poderosos (del primer mundo claro), malas infraestructuras públicas, analfabetismo y otros elementos símbolo de atraso o, cuando menos, de poca evolución social y económica.
Vale decir que el término también es frecuentemente utilizado de forma peyorativa y también se emplea de forma recurrente una variante del mismo, “tercermundista”; precisamente en tono despectivo o haciendo referencia a factores de atraso o poca evolución de un país.
Los países de Europa del Tercer Mundo.
Acogiéndome a la definición y basado en mi experiencia personal discrepo de plano con tal definición, es más, me resulta absurda e incluso una falacia en toda regla; cuando menos la distribución de los países incluidos dentro del presunto Tercer Mundo.
Por ejemplo, algunos países de la U.E (Unión Europea) están endeudados con otros países y, frecuentemente en los últimos años, los mejor posicionados le echan una mano en la cuestión de prestarles dinero; hoy día Grecia es buen ejemplo de ello.
Analfabetos conocí varios en Europa, sin ir muy lejos en España mismo y en buenas cantidades. Sin olvidar a los últimos países en integrarse a la U.E, me refiero a los de Europa del este, porque Europa somos todos. Precisamente, los últimos países de Europa del Este en entrar a la U.E, son muy parecidos en varios aspectos a los países del Tercer Mundo situados en Sudamérica, América Central o África, bastante a decir verdad.
Lo primero que salta a la vista de cualquiera que viaje por tales destinos son las similitudes en las carencias económicas e infraestructuras públicas. Concretamente, algunas carreteras de tales países son literalmente intransitables; aeropuertos utilizados por aerolíneas de bajo coste, y no tanto, que están en condiciones de ser clausurados para vuelos internacionales.
La salud es otro elemento bastante similar, no solo a nivel de sus infraestructuras, en los servicios también. Los salarios que perciben los ciudadanos, tanto en los países de Europa del este como en los del Tercer Mundo, son casi idénticos y, sobre todo, en los precios de bienes de servicios que suelen ser, en relación a dichas remuneraciones, muy altos y desproporcionados en toda regla.
Comprar seres humanos uno puede hacerlo, tanto en el Tercer Mundo como en Europa, la diferencia son los costes de la mercancía humana; el tráfico de animales y armas también; conseguir niños en adopción a la carta es posible en uno u otro mundo y nada de rasgarnos las vestiduras. Al mismo tiempo el tráfico de seres humanos para prostituirlos en estado de semi esclavitud también es casi idéntico y claro, el otro gran tráfico, el de drogas ilegales, es algo corriente en ambos mundos.
Hasta el contrabando de cigarrillos, alcohol y perfumes es frecuente entre países de Europa del Este e incluso entre los de la otra Europa; sobre todo y particularmente dado por las diferencias en los precios de tales productos. Recordemos que los nuevos países miembros de la Unión Europea, en muchos casos, todavía mantienen sus monedas en circulación, con lo cual las diferencias de precios son realmente significativas con el resto de países miembros.
Los países de la U.E, merecedores del sitial de estar en el primer mundo, no son todos iguales y, mucho menos, se encuentran en las mismas condiciones económicas y sociales. Los grados de evolución social y económica son bien diferentes y saltan a la vista de cualquiera, incluso entre los países del top de la U.E y otros, como los nórdicos, se notan diferencias abismales en muchos sentidos.
Visto y padecido lo anterior, tanto dentro de la U.E como en los países del presunto Tercer Mundo, la etiqueta de que Europa está en el primer mundo queda inapropiada en toda regla; basta con tener el sistema óptico en buenas condiciones, tampoco tanto, para comparar las realidades y observar que muchos factores y elementos son más que similares, son casi idénticos.
No me vengan con la etiqueta del Tercer Mundo e historias raras o desvirtuadas; coloquemos los egos nacionales en su sitio de una vez por todas y solventemos satisfactoriamente los complejos de inferioridad nacional.
Todo lo anterior es muy simple de observar y con ello de comparar, simplemente basta con salir a conocer las diferentes realidades y sacar vuestras propias conclusiones.
(2) Comments
Anónimo
Muy bueno!!!! Antes de mirar para a fuera hay que verse para adentro y Europa no es tan perfecta como muchos creen.
Miguel Fernandez
Si europa esta en el tercer mundo donde esta latinoamerica……en el quinto??????