Monarquía no: en España no todos somos masoquistas.
En España cada vez más ciudadanos cuestionan a la monarquía.
Intentar explicar para qué sirve la monarquía en España en pleno siglo XXI siempre me resulta un desafío, y mucho más cuando la explicación me la pide un extranjero que vive en una sociedad donde la figura de la monarquía solo la conocen por los libros de historia. El término hasta me suena un tanto medieval y os confieso que siempre me hace conectar automáticamente con “El Bribón”, aclaro que no hago referencia al Rey Don Juan Carlos, hablo del barco de su propiedad.
También cabe decir que para muchos españoles el Rey es un bribón. Evidencias para tal afirmación sobran y sin llegar a la necesidad de repasar las imágenes de españoles quemando la foto del Rey. Llegar a tales extremos, estemos o no de acuerdo con la monarquía, considero es una bestialidad, al observarlas me recuerdan a las imágenes de anti norteamericanos quemando la bandera estadounidense. Cada uno asocia o conecta con lo que quiere o lo que puede.
No obstante, no considero afortunado manifestar un desacuerdo con tales maneras. Por regla para responder y responderme la pregunta, recurro a la historia, la repito de memoria. Intento aclarar el papel de Don Juan Carlos en los tiempos de Franco y su función en la transición hacia de la democracia, vamos, lo que todos conocemos.
Abro la interrogante de siempre y se las planteo a mis interlocutores en forma de duda personal, ¿el Rey, fue un títere de franco o por el contrario fue muy listo en seguirle la corriente para desarrollar su estrategia? Tal vez la respuesta no sea tan dicotómica, es probables que existiera un poco de cada elemento de la pregunta en dicha respuesta.
Una vieja tradición monárquica en España es que Juan Carlos además de Rey trabaje de bombero. Casi siempre ante algún incendio internacional provocado por la incompetencia del gobierno de turno quien hace de bombero es el Rey, el cual goza de buenas relaciones internacionales y de la amistad de influyentes dirigentes mundiales. Un elemento interesante de aclarar es que no es lo mismo ser monárquico que “Juancarlista”. Hoy día sospecho que los últimos son mayoría y por supuesto, en ciertas comunidades autónomas son más bien anti monárquicos y de constitución genética.
Lo que si me agrada dejar bien claro es que no somos masoquistas, es decir, que con nuestros impuestos no nos agrada mantener a una banda de personas sin presunción de utilidad al país reunidos dentro de la denominada familia real. Que realmente no justifican en lo más mínimo ser mantenidos de la forma en que los mantenemos.
Por el momento no escuché ningún comunicado por parte de la Casa Real notificando a la ciudadanía que fueran a vender algo de su propiedad para donarlo al pueblo. Con lo que vale el barco de su Majestad, seguro que se podría ayudar a muchos ciudadanos. Algunas ONGs estarían más que agradecidas y, desde luego, la monarquía haría gala no solamente de algo llamado solidaridad, también del Sentido de Comunidad.
El derroche de dinero y lujo en tiempos de abundancia de un país puede ser simplemente considerado estúpido, ahora, cuando la situación es casi dramática para millones de personas, resulta sádico. Si España le debe al Rey disfrutar de la democracia, también es cierto que España le compensó con creces sus servicios prestados al país en metálico, privilegios y una buena dosis de paciencia.
Valorando algunas medidas tomadas en los últimos años de gobierno por José Luis Rodríguez Zapatero, y el papel de la Monarquía, cada vez me agradaría más que Hacienda nos permitiera recomendar, humildemente claro, hacia dónde creemos que es más justo desviar nuestros impuestos, es decir, nuestro dinero.
Y recuerden, “Hacienda somos todos”, y no, no se puede justificar demasiado a nivel práctico la figura de un Rey en pleno siglo XXI y muchísimo menos la de una familia real que no aporta nada al país.
(2) Comments
Juan Alberto García
Nunca entendí lo de las monarquías, me parece un atraso que en pleno siglo XXI todavía reinen y sean mantenidos por el pueblo.
Daniel Costa Lerena
Gracias Juan Alberto por tu comentario.!
Ciertamente resulta complicado de comprender para muchos, principalmente quienes viven en sistemas diferentes, el rol de las monarquías. En cierto modo puede parecer una rasgo de involución; más teniendo en cuenta lo que supone mantenerlos en relación a lo que aportan. Un saludo.