LOADING CLOSE

El miedo como factor limitador de nuestras vidas.

miedo

El miedo como factor limitador de nuestras vidas.

El miedo es un elemento que puede aparecer en cualquier momento de nuestras vidas, confundido muchas veces con el respeto a algo en particular, generado a causa de un hecho en concreto o siendo recreado mentalmente a través de presunciones infundadas.

En cualquier caso, el miedo se transforma en enemigo de nuestros intereses y condiciona de forma negativa nuestras vidas. Un profesor que tuve solía decir que “hay tantos miedos como personas que los sienten o están propensas a experimentarlos”; y a lo largo de mi ejercicio profesional pude comprobarlo de primera mano.

El miedo cobra diversas formas y puede surgir en cualquiera de las fases de nuestro desarrollo psicosexual; incluso un mismo miedo a algo en concreto se puede modificar a lo largo del tiempo y cobra un sentido diferente para quien lo siente.

Todos hemos sentido algún tipo de miedo a algo a lo largo de nuestras vidas, y la clave es enfrentarlo para así lograr superarlo sin que nos siga limitando. Al mismo tiempo, hay situaciones extremas en las cuales el miedo surge de forma casi natural, por ejemplo cuando nuestra propia vida está en riesgo.

En tales circunstancias, es preciso lograr gestionar el miedo y procesarlo rápidamente, así el mismo no generará en nuestra persona mayores consecuencias negativas.

Los miedos no resueltos se convierten en problemas cada vez mayores para los individuos, incluso llegando éstos a convertirse en fobias o cobrando formas diversas, como puede ser un ataque de pánico.

El miedo convertido en ataque de pánico.

Un buen ejemplo de análisis del miedo surge, curiosamente, de la película de Fórmula 1 Rush. En el curso de una entrevista a uno de sus protagonistas, Daniel Brühl, emerge el tema del miedo. La película Rush relata los años de enfrentamiento y dura competencia deportiva entre Niki Lauda y James Hunt dentro de la Fórmula 1.

En el proceso de interiorización del personaje, el actor Daniel Brühl tuvo la oportunidad de conversar y formular preguntas a Niki Lauda, el protagonista auténtico de la historia.

daniel bruhl rush

En medio de muchas preguntas, el actor hispano-alemán le pregunta a Niki Lauda sobre su accidente en la Fórmula 1 sufrido en Nürburgring (1976), particularmente en lo relacionado al proceso de recuperación y sobre su primera toma de contacto posterior a éste con las carreras.

El accidente de Niki Lauda en la Fórmula 1 fue algo más que grave, el piloto austriaco sufrió graves quemaduras que incluso hasta hoy día se pueden apreciar en su rostro. Niki Lauda salvó su vida de milagro, con lo cual el tema de la muerte y el miedo eran casi de recibo que emergieran en el marco de dicha conversación entre piloto y actor.

Niki Lauda le comentó a Daniel Brühl que pocas veces había sentido miedo en su vida, y que durante la carrera de Monza de Fórmula 1, luego de salir del hospital en el cual estuvo durante 42 días convaleciente y luchando por su vida, había sufrido un ataque de pánico.

¿Cuál fue la reacción de Niki Lauda ante su ataque de pánico?

Se encerró solo en un cuarto, cerró las cortinas de la habitación, se recostó y analizó su miedo. Daniel Brühl, ante el relato de Niki Lauda contándole haber sufrido un ataque de pánico al regresar a los circuitos de Fórmula 1, confiesa que no logró comprender al piloto austriaco.

Aquí debemos hacer una pausa para diferenciar los términos entender y comprender. El entender una situación o a una persona en concreto, solo requiere de entrar en un plano puramente teórico o abstracto, en tanto que llegar a comprender una situación en particular requiere de la experimentación de una situación cuando menos similar. Incluso si la persona ha experimentado una situación de similares características, tampoco ello es garantía de que llegue a un nivel de comprensión, porque cada individuo procesa sus experiencias de forma diferente.

Recordemos que somos seres subjetivos y precisamente alimentamos nuestra subjetividad a través de la experiencia. Al no lograr comprender a Niki Lauda en su miedo, Daniel Brühl tuvo que pensar y enfrentarse a sus propios miedos; un intento por parte del actor en lograr cuando menos vincularse al miedo experimentado por Lauda a través de sus propios miedos.

La experiencia de enfrentarse a sus propios miedos para Daniel Brühl no fue del todo simple, porque como él mismo confiesa “es un hipocondríaco de mucho cuidado”. Cuando le preguntaron al actor sobre qué tipo de miedos personales le ayudó a superar dicha conversación con Niki Lauda, él evade la respuesta, aunque comenta haber sentido miedo en la forma en que recibirían su interpretación austriacos y alemanes.

Daniel Brühl, consciente de las diferencias socio-culturales entre alemanes y austriacos, no quería desvirtuar el personaje que interpretaría de la leyenda de Fórmula 1, un auténtico icono en ambos países. Su particular y personal miedo se lo comentó a Niki Lauda, y éste le dijo “que perdiera el miedo y que no diera demasiada importancia a lo que dijera la gente”.

El miedo anteriormente descrito que experimentó el actor Daniel Brühl preparando su personaje de Niki Lauda para la película Rush no fue el último ni mucho menos, en la práctica todavía debería enfrentarse a un miedo bastante más cercano a lo que puede, eventualmente, sentir un piloto de Fórmula 1.

La preparación del actor para la película Rush también requirió del entrenamiento por parte de éste en coches de carrera, y en la primera vuelta que daba se desprendió una rueda de su Ferrari, teniendo así su propio accidente automovilístico en un circuito de carreras.

El actor comenta “haber sentido miedo durante unos segundos porque no podía controlar su coche”; y posteriormente al incidente pensó: ¿lo habrán hecho a propósito para que me meta más en el personaje?

En cualquier caso, si el accidente de Daniel Brühl fue planificado por los productores de la película o éste fue un hecho fortuito es lo de menos, lo significativo es que el actor experimentó el miedo de primera mano al perder el control de su coche de carreras.  

¿Qué podemos extraer de lo anterior referente al miedo?

A través de las experiencias de Niki Lauda como piloto de Fórmula 1 y de Daniel Brühl como actor interpretando a éste, podemos encontrar el miedo como vínculo entre ambos. Porque el miedo de un modo u otro nos vincula a los seres humanos, y no solo porque el miedo presuntamente nos “humaniza”, sino porque el miedo es un sentimiento muy humano el cual experimentamos a lo largo de nuestras vidas.

El miedo cobra diferentes formas y vamos aprendiendo a convivir con él, superamos nuestros miedos y nos enfrentamos a los diferentes miedos propios de las fases de nuestro desarrollo como personas. Al mismo tiempo, nos enfrentamos constantemente a nuevos miedos, algunos que aparecen por causas de terceros o por situaciones ajenas a nuestra persona.

Cualquier miedo, incluso aquellos transformados en fobias, tienen un punto de partida y un por qué; la clave, entre otras, para superar nuestro miedo es analizar de dónde surge y cómo se manifiesta en nuestras vidas.

Lograr entender cómo funciona nuestro miedo es muy importante, y tomar conciencia de cómo nos limita es el primer paso para tomar la decisión de intentar enfrentarlo para así solucionarlo satisfactoriamente.

Nada es casualidad y solo existen las causalidades, nuestro miedo no es la excepción a la regla y en algún momento de nuestras vidas él entró en ella. Procede detectar cuándo el miedo entró en nuestras vidas, por qué apareció dicho miedo y cómo funciona el mismo en nuestro día a día.  

Analicemos nuestro miedo.

Les propongo un simple ejercicio, aunque el mismo puede eventualmente clarificar y mucho algunos aspectos relacionados a nuestro miedo, y consiste en formularnos las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es el miedo en concreto? Hay que definirlo.
  • ¿A qué le tengo miedo específicamente? Separarlo de otros posibles miedos.
  • ¿Qué es nuestro miedo? Qué es y qué no es nuestro miedo.
  • ¿Cuándo apareció dicho miedo? Situarlo con precisión en el pasado.
  • ¿Por qué surge el miedo? Qué lo provoca.

 

Podemos complementar las preguntas anteriores con las siguientes, para así comenzar a comprender mejor a nuestro miedo:

  • ¿En qué circunstancias apareció el miedo?
  • ¿Sucedió algo en concreto para generar nuestro miedo?
  •  ¿Se ha modificado nuestro miedo a lo largo del tiempo?
  • ¿Cómo funciona dicho miedo en nuestra persona?

 

Respondiendo a las anteriores preguntas, estaremos generando las condiciones necesarias para comenzar a comprender nuestro miedo, un factor muy importante y determinante, porque será el primer paso para intentar superarlo satisfactoriamente.

No obstante, entiendo insistir que lo anterior es un simple ejercicio de reflexión, y en modo alguno deberá tomarse como un proceso terapéutico o herramienta psicológica.

¿Y tú a qué le tienes miedo? ¿Cuáles son los miedos que te limitan? ¿Comparías tus miedos con nosotros?

Fuente: 20minutos.es – Entrevista a Daniel Brühl.

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(23) Comments
    1. Gracias por compartir tu miedo con nosotros. El miedo a la muerte es muy recurrente; en mi opinión personal y profesional, lo mejor para enfrentar el miedo a la muerte es vivir centrados en el ahora. Considero más oportuno valorar que estamos vivos y concertarnos en vivir que estar pensando en que algún día vamos a morir, algo por cierto muy natural. Porque el único requisito indispensable para morir es precisamente estar vivos!

    1. En mi consulta conocí a varias personas con miedo, casi extremo incluso diría, a las cucarachas. El miedo a las cucarachas es bastante más frecuente de lo que las personas imaginan, y en mi consulta no solo tuve mujeres con fobia a las cucarachas, también hombres. Lo comento porque es un estereotipo bastante extendido, que el miedo a las cucarachas se detecta principalmente en las mujeres.

      Gracias por compartir tu miedo! Un saludo!

  1. Muy bueno el post y me dejáste pensando en mis miedos. A mi el miedo me viene porque le pueda pasar algo a la gente que quiero y más miedo me da la idea de perder un ser querido. Muybuena reflexión.

    1. La posible pérdida de nuestros seres queridos es también un miedo bastante común de detectar en las personas, incuso muchas nunca lo llegan a manifestar abiertamente aunque lo sientan.Gracias por compartir tus miedos con nosotros y por tu opinión sobre la idea del artículo, que no es más que podamos compartir nuestros miedos. Un saludo!

    1. Miedo frecuente también el que se siente ante una serpiente, aunque sospecho que más miedo sienten las serpientes al tenernos delante. En lo personal no le tengo miedo a las serpientes, aunque si me dicen que es peligrosa desde luego tomo las precauciones del caso. En cualquier caso, y lo digo desde mi experiencia personal, si planeamos visitar lugares selváticos o donde se puedan encontrar serpientes venenosas, conviene ir preparados con el correspondiente antídoto, porque nunca se sabe!

      Gracias por compartir tu miedo! Un saludo!

    1. Precisamente es la idea del artículo, pensar y reflexionar sobre nuestros miedos, para así comenzar el proceso de gestionarlos satisfactoriamente de acuerdo a nuestras necesidades.

      Gracias Juan Alberto por compartir tus opiniones y tus miedos!

    1. Muy original no tengo claro que sea mi propuesta, aunque por lo menos tiene su finalidad y espero su utilidad para los lectores del blog. Gracias por compartir tus miedos con nosotros y dejar tus opiniones sobre el artículo. Un saludo!

  2. Yo le tengo pánico a una enfermedad grave o que me deje mal y no pueda valerme por mi misma. También a que le suceda algo malo a mis padres y hermanos la gente que quiero. Yo creo que las personas le tienen miedo más o menos a lo mismo o por lo menos hay miedos que son comunes de tener.

    1. Cuidado con sentir pánico Mihaela, no es lo mismo que sentir miedo por algo. El pánico paraliza y limita incluso funcionalmente a un ser humano. Coincido contigo en que hay "miedos comunes" o cuando menos, prefiero denominarlos así, "miedos frecuentes de encontrar nivel general en las personas". Me explico, son esos miedos muy extendidos, como el miedo a la muerte, a las enfermedades incurables, a los accidentes graves o que le suceda algo malo a nuestro seres queridos. A decir verdad, considero que no por ello son miedos menos perjudiciales de sentir.

      Gracias por compartir tus miedos y opiniones Mihaela. Un saludo!

  3. Yo no se si le tengo miedo a algo en particular pero si estoy convencido que mucha gente le tiene miedo a la vida misma. Una propuesta muy Buena la que planteas.

    1. Muy interesante tu opinión sobre el miedo a "la vida misma". Vivir desde luego es algo que debemos practicar, es decir, no solo se trata de levantarnos cada mañana y salir a la calle como autómatas. Considero que es menester tener cierto grado de conciencia de cómo utilizamos nuestras vidas y por supuesto aprovecharla, porque de momento no hay pruebas concluyentes de que tengamos otras opciones.

      También es cierto que tu reflexión sobre el miedo a vivir la vida, puede llevarnos por terrenos más propios de la filosofía, aunque en mi opinión personal debe ser abordado desde una perspectiva más práctica. Centrarnos en nuestro presente para proyectar nuestro futuro, aprovechar nuestro tiempo al máximo y lograr gestionarlo satisfactoriamente, disfrutar de las pequeñas y grandes cosas que nos rodean, y sobre todo no dejar pasar la oportunidad de vivir.

      El miedo a vivir, a ser nosotros mismos y dedicarnos al disfrute de la vida, puede transformarse en algo más que un factor limitador.

      Gracias por compartir tus opiniones. Un saludo!

  4. Yo le tengo un miedo terrible a las alturas desde siempre. Me entra el pánico y ni puedo ni abrir los ojos, empiezo a temblar y a transpirar. Es una sensación muy fea y lo peor es que mucha gente piensa que estás actuando o haciéndote que tienes miedo. Me encantó tu idea de compartir los miedos y gracias por dejar que también podamos hacerlo de forma anónima.

    1. Antes de nada gracias por compartir tu miedo a las alturas con nosotros, y permitir opinar de forma anónima sobre los miedos personales es una forma de facilitar el compartirlos. Muchas personas también sienten miedo a compartir sus miedos abiertamente, y menos en un blog en donde cualquiera puede leer un comentario.

      Es muy interesante el punto que destacas respecto de la reacción de las personas del entorno, particularmente cuando éstas no logran comprender que ciertos miedos incluso pueden paralizar al individuo. En tal sentido, es considero oportuno atender desde las necesidades de los demás, y nunca proyectar nuestras reacciones como si fueran las correctas. Cada uno tiene el derecho a sentir el miedo que quiera. como quiera y manifestarlo de la forma que pueda.

      El miedo, incluso sin llegar a convertirse en pánico por la falta de control de éste, produce como tú comentas reacciones fisiológicas a diferentes niveles. Cuando me refiero al miedo transformado en pánico, no estoy haciendo mención específicamente a los ataques de pánico. Si observamos a una persona que siente miedo a algo o a alguien, notaremos que hay ciertos cambios en su fisiología; y las reacciones pueden ir desde temblores hasta no lograr el control de esfínteres (particularmente detectado en niños, aunque también en adultos).

      Un saludo y nuevamente gracias por dejar tus opiniones!

  5. A mi me da miedo hablar en publico, no en u teatro o lugares parecidos porque nunca tuve que hacerlo, me refiero a un grupo pequeño de personas o algo sí. En el liceo y la facultad siempre me daba mucha vergüenza tener que hablar para toda la clase, lo pasaba muy mal y hoy en día si tengo que hacerlo todavía me cuesta mucho. Me Pone muy nerviosa, no se si es timidez o una vergüenza exagerada pero siempre me limitó mucho.

    1. El miedo a hablar en público tampoco es nada extraño de sentir, sobre todo por parte de personas que presentan un cierto grado de timidez. Tú misma comentas sobre "la vergüenza que te provocaba hablar delante de tus compañeros de clase", con lo cual podemos especular que se trata más de timidez que otra cosa.

      Para vencer el miedo a hablar en público, se deben valorar y analizar varios elementos, entre ellos: el grado de autoestima de la persona, la seguridad que tenga respecto de lo que hablará en público y también cómo se "entrena" para hacerlo. No obstante, lo anterior es algo muy superficial, y se deberá realizar el abordaje necesario del problema para detectar los porqué del miedo a hablar en público, es decir detectar las causas del problema para así lograr solucionarlo satisfactoriamente.

      Gracias por compartir tus miedos con nosotros y dejar tus opiniones sobre el tema. Un saludo!

  6. Para mi el miedo a la muerte es el mas grande que todos tenemos y despues a que les pase algo malo anuestros seres queridos. Yo miedo tengo varios y sobre todo despues de leer tu entrada algunos se me vinieron a la mente enseguida, pero igual me pareció un ejercicio interesante porque tampoco nos paramos a pensar en nuestros miedos y menos en como podemos superarlos. Interesante y buena forma de ayudar. Gracias.

    1. El miedo a la muerte es uno de los más frecuentes de detectar, y bastante sentido por muchos. No obstante, considero mejor centrarnos en vivir. En cualquier caso, la muerte no deja de ser una certeza que nos acompaña desde nuestro nacimiento, y dicho miedo procede analizarlo desde las particularidades de la persona y contemplando las diferentes variables intervinientes en su miedo (ejemplo básico: qué es su miedo, por qué lo siente, cómo lo siente y cómo lo condiciona en su vida).

      Agradezco tu comentario y observaciones, como también espero que sirva de ayuda para muchas personas que sienten miedo y no se detienen a analizarlo, para así lograr superarlo y disfrutar de una vida más saludable.

      Vivir con miedos es complicado, y si dichos miedos son irracionales podemos estar ante un problema de mayor gravedad, porque se convierte en un factor altamente limitador y negativo a nuestros intereses particulares.

  7. Interesante y desafiante propuesta la de analizar nuestros miedos. Me gustó la idea y lo puse en practica, encontré que muchos miedos no tengo. A la muerte de mis padres y hermanos, la de mis amigos y a la muerte en general. Pero supongo que el miedo a la muerte es algo normal.

    Después me detuve en tu propuesta de analizar los miedos como factores limitadores, y ahí encontré más que miedos circunstancias particulares en las cuales el miedo me pudo y no hice o dije lo que realmente debería haber hecho o dicho. Sobre todo muchas cosas por decir a personas que se lo merecían.

    Miedo a la vejez y a estar sola, eso sí lo siento y me resulta inevitable, no puedo controlarlo. Pero también creo que debe ser normal y algo a lo que todos estamos expuestos.

    Gracias por llevarme por el camino de la reflexión y espero de esta forma colaborar con tu idea de que analicemos nuestros miedos y los compartamos.

    Éxitos en tu vida y tu profesión!

Deja un comentario