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La contaminación acústica y sus consecuencias.

La contaminación acústica y sus consecuencias.

Diariamente estamos expuestos a niveles elevados de contaminación acústica, particularmente en las ciudades es algo fácil de detectar.

Los vehículos, las maquinas de las obras en construcción, sirenas, gritos, trenes, aviones, música y un murmullo de fondo el cual generamos con nuestros cuerpos. El ruido se convierte en subproducto de ciertas fuentes emisoras y nosotros somos los receptores involuntarios del mismo.

Cuando el ruido supera el nivel de tolerancia aceptado por nuestro organismo, éste puede llegar a provocar daños a nuestra salud; tal exposición por tanto se convierte en nociva y atentan contra ella.

El ruido perjudica la calidad de vida!

 

El ruido es un problema de salud pública, no hay misterio al respecto. Incluso la OMS, Organización Mundial de la Salud, asegura en su último informe que la contaminación acústica es la segunda causa de enfermedad por motivos medioambientales e incluso ocasiona muertes. Por tal motivo desde hace años en ciertas ciudades existen medidores de ruido e incluso inspectores con medidores portátiles recorren los centros urbanos.

Cómo defendernos de la contaminación acústica.

Algunas personas, como recurso de aislamiento del entorno, utilizan auriculares para escuchar música y son dueños de su propia burbuja; lo cierto es que el volumen de la música que escuchan también se transforma en arma de doble filo. El umbral de volumen recomendado por los profesionales para utilizar tales sistemas de audio es superado frecuentemente de forma totalmente inconsciente. Dejamos de lado que nuestros oídos se adaptan rápidamente a los sonidos y frecuencias, algunas de las cuales comienzan a dificultarse para ser detectadas por nuestro sistema auditivo.

En al vía pública y sobre todo en los denominados espacios públicos también somos expuestos a la música, la cual por cierto tiene un fin específico. La música y el ruido cambian nuestros estados representativos internos y nos condicionan; dichos estados desde lo fisiológico se modifican y envían la información pertinente a nuestro cuerpo. Interfieren, molestan y se transforman en condicionadores negativos.

Estados de ansiedad e irritación son fácilmente detectables en individuos expuestos a la contaminación acústica, sea en forma de ruido o sonido, e incluso si atendemos nuestros estados representativos internos cuando estamos expuestos a tales condiciones lograremos realizar las distinciones del caso.

La noche es la hora del descanso, llegamos al final de día y estamos en nuestro derecho al silencio, necesario para conciliar el sueño. Lo cierto es que en las ciudades reclamar silencio por las noches es como pedir un milagro a Lourdes y que nos lo conceda. Los camiones de la recolección de residuos urbanos, coches, autobuses y claro, los sonidos del silencio se transforman en los sonidos de la fiesta o del botellón de turno.

Hay quienes padecen por las noches los ruidos de los vecinos. Quienes no atienden de forma egoísta a las necesidades de quienes intentan descansar no solamente atentan contra las buenas costumbres y el sentido de urbanidad mínimo, también lo hacen contra la salud de quien está en todo su derecho al silencio y el descanso reparador.

Los casos en que la justicia pertinente se ha manifestado en contra de quienes producen ruido por las noches son muchas. Particularmente contra bares y centros de ocio nocturno, los cuales están reglamentados y controlados, tanto en los niveles de ruido emitido como en la hora en que debe cerrar el local. Ciertamente que cierren las puertas tales locales nocturnos no significa de forma alguna que el silencio se haga protagonista, de eso nada, porque muchos de los asistentes a la fiesta al salir no respetarán el descanso de los vecinos.

El insomnio para muchos se transforma en verdadera tortura, el cual les condiciona durante todo el día en detrimento de su rendimiento y provocando dificultades en su persona a diferentes niveles.

Si el insomnio es problema serio y muchos lo padecen sin necesidad de factores externos para sentirlo, ni imaginar si le sumamos el ruido de la noche como factor exógeno.

Lo cierto es que tanto el ruido como los sonidos nos condicionan, es menester ser cuando menos conscientes de tal hecho. El ruido atenta contra nuestra salud y por tanto es tema serio, dicha toma de conciencia nos permitirá estar en condiciones de tomar las medias oportunas y ante situaciones extremas en las cuales son violados nuestros derechos de proceder en consecuencia.

¿Conoces las consecuencias de la exposición a la contaminación acústica?

Fuente:  OMS

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(4) Comments
  1. Lo peor es que no nos damos cuenta, ya que es constante en algunas zonas. Estamos muy acostumbrados a la "contaminacion" en general.

    1. Para mi el ruido inecesario se ha convertido en un verdadero problema,ya que la mayoria de las personas son desconsideradas e irespetuosa. Yo opino que todos tenemos derechos a lo que nos gusta, ejemplo la música. Si tu quieres escuchar lo q t gusta, eso no significa que a mi me guste. Por ende eso no quiere decir que a mi me guste. Yo no tengo que escucharla por obligació. Asi que si yo quiero escuchar mi musica y el vecino quiere escuuchar la suya,pues está en todo su derecho.Pero yo tambien yo considero y la pongo para mi. El vecino no, la pone para el barrio entero y como yo no oygo la mia tambien la subo. A la larga lo que hay es un ruido infernal y yo me doy por vencida o mejor dicho no compito y apago mi musica y cierro todo para no escuchar al vecino aunque me muera del calor. Nada que yo soy una victima de la falta de respeto de la gente desconsiderada. Soy de las q no tiene paz a ninguna hora pues para colmo vivo en una avenida y si fuera tan fácil recoger todo y mudarse. I wish! He tenido que llegar al extremo de irme del pais por meses. Pero sin remedio tengo que regrezar a lo mismo. No cave duda que el ruido mata, pues hay veces que pienso que.solo la muerte me dara páz.

  2. Gracias por tu comentario DDmx.!

    Así es, estamos “mal acostumbrados al ruido” y a la contaminación en general. Es hora de tomar conciencia de que éste es un problema de salud y el exponernos a tales focos de contaminación nos traerá de un modo u otro consecuencias negativas.

    Un saludo.!

  3. Gracias Anónimo por compartir tu experiencia con nosotros.! Realmente la tuya es de las situaciones extremas, en dónde el ruido provoca serios efectos negativos en una persona.

    Precisamente, el problema de los vecinos “ruidosos” es todo un tema. El respetar las reglas básicas de urbanidad, entre otras cosas, exige justamente el respetar los horarios establecidos para no incomodar a los demás.

    Vale decir que ésto también depende mucho de cada sociedad, en la educación de sus ciudadanos basados en el respeto a las normas y claro, cómo actúan las autoridades ante una denuncia por ruidos molestos. Por lo general hay horarios bien definidos e incluso diferenciados por épocas del año; en verano por ejemplo se suele permitir hasta la medianoche aunque insisto, depende mucho de la sociedad en cuestión.

    Ciertamente espero, dada la extrema situación que padeces, que de una forma u otra logres solventar satisfactoriamente tu situación.

    Un saludo y mis mejores deseos.!

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