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Mejorar la comunicación es de vital importancia.

Mejorar la comunicación es de vital importancia.

La comunicación es una de las habilidades más importantes para cualquier persona.

 

La comunicación, en las diferentes modalidades y niveles respectivos, es de vital importancia para relacionarnos satisfactoriamente con nuestro entorno. Modelar nuestro mundo y relacionarnos con nuestro entorno satisfactoriamente es más que importante, es vital y debemos ser flexibles en beneficio de nuestros propios intereses. 

Específicamente dentro del área de la comunicación continuamente intercambiamos nuestros roles de emisor y receptor; la mejora en cada uno de tales roles determinará el resultado final en la mejora de la calidad de nuestra comunicación en general.

Curiosamente desde que nacemos somos verdaderas esponjas receptivas, absorbemos toda la información de nuestro entorno y, al mismo tiempo, comenzamos a enviar mensajes codificados.

Desentrañar el significado real del mensaje emitido por el niño es clave para entenderle, intentado siempre evitar errores de interpretación y procurando no dejarnos influenciar por factores externos.

Es frecuente observar a muchos padres que inconscientemente manipulados por sus hijos que ni siquiera pueden hablar, aunque evidentemente si se pueden comunicar; luego evidentemente muchos se convierten en verdaderos expertos en el truculento arte de manipular a propios y extraños, sin necesidad alguna de técnica para tales fines por cierto.

Dentro del ámbito de la comunicación humana, muchos consideran que la parte estrictamente verbal de la misma llega a un máximo del 10% en relevancia, personalmente lo considero una magnífica estrategia para vender la comunicación no verbal como un recurso a nuestros fines de comunicación idónea. 

Si realmente dentro de la comunicación la parte verbal ocupara solo un 10% desde luego no entiendo el por qué gastar pólvora en chimangos hablando. Las teorías de carácter científico e insisto, fuera del interés meramente comercial, establecen porcentajes bien diferentes aunque, ninguna de tales teorías fija por debajo del 40% el valor de la comunicación verbal.

Cuando hablamos no solamente enviamos el mensaje estrictamente verbal, también estamos enviando un mensaje no verbal hacia nuestro o nuestros receptores y, al mismo tiempo, somos receptores del mensaje no verbal del otro.

Centrados en el aspecto verbal de la comunicación, debemos tener en cuenta algunos aspectos muy importantes. Cuando hablamos debemos ser claros y directos, convenientemente mirando a nuestro receptor a los ojos, el contacto visual es muy importante a la hora de hablar con alguien.

Cierto es que puede resultar inapropiado clavar nuestra mirada en el otro, por tanto un truco utilizado es mirar el entrecejo y así nuestro interlocutor no se sentirá incómodo. 

Cuando pasamos a nuestro rol de receptor es clave escuchar, no oír al otro, insisto escuchar. La práctica de la escucha activa requiere concentrarnos en el mensaje del otro, no estar intentado preparar nuestro siguiente comentario para cuando nos toque el turno de cambiar de rol.

Nuestra actitud es otro elemento más que importante a la hora de escuchar, es decir, que realmente se note que estamos escuchando atentamente, si no tiene ganas de escuchar al otro es mejor dejar de hacerlo, porque su mensaje no verbal será contundente y el otro recibirá el mensaje consciente o en el mejor de los casos para usted inconscientemente.

La incongruencia entre nuestro mensaje verbal y el no verbal siempre es sentido por el otro de una forma u otra, siempre le llega.

Imaginen que están frente a una persona que domina el arte de la comunicación, me refiero no solamente a que tiene facilidad de palabra, sino que realmente conoce de técnicas y domina herramientas específicas, desde luego quedarán fuera de juego de inmediato. Si el otro no domina tales técnicas, inconscientemente sentirá que hay algo que desde luego no termina de cerrar del todo en su mensaje. 

En definitiva, su mensaje por un motivo u otro no será efectivo y repercutirá negativamente en favor de sus intereses personales, porque a todos nos debería interesar lograr comunicarnos de forma efectiva.

Antes de hablar es necesario pensar lo que vamos a decir, detenernos por un instante, utilizar la pausa para la reflexión, con ello además lograremos que nuestro interlocutor valore tal pausa justamente como lo que significa, que usted es una persona que piensa antes de hablar. Tal actitud enviará además un mensaje de seriedad de su parte, de persona que no abre la boca por soltar palabras y de paso con la pausa podemos valorar el impacto de nuestras palabras en el otro.

Detenerse a pensar por un instante el efecto que causarán en el otro nuestras palabras os aseguro puede ahorrarnos más de un dolor de cabeza, y desde luego el lograr una comunicación más efectiva es algo muy importante.

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

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