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Ciudadana brasileña detenida en Barajas.

Ciudadana brasileña detenida en Barajas.

Cuando me retornaron de Brasil con pasaporte español también me discriminaron sin causa alguna.

Una ciudadana brasileña fue retenida en el aeropuerto de Barajas en Madrid durante tres días para finalmente ser retornada a su país. La ciudadana brasileña de 77 años viajaba a España con pasaje de ida y vuelta, factor no menor éste, con intenciones de visitar a familiares que viven en dicho país.

El motivo argumentado por las autoridades aeroportuarias de Barajas es que la ciudadana brasileña no reunía los requisitos exigidos para el ingreso al territorio; argumento éste confirmado por la embajada española en Brasil. 

Al mismo tiempo las autoridades diplomáticas en dicho país alegaron, para justificar que la ciudadana brasileña fuera retenida en Barajas y posteriormente retornada, que su nieta se encuentra viviendo en situación irregular dentro de España.

La polémica saltó nuevamente en Brasil y no me extraña en lo absoluto a decir verdad por varios motivos. Comencemos que casos como éste no son nuevos, años atrás la reacción del gobierno brasileño ante un caso similar fue no permitir la entrada de cuidadnos españoles a su territorio. Medida ésta que duró solo un par de días aunque ocasionando ciertas incomodidades a los ciudadanos españoles que viajaban a Brasil.

Cabe destacar que los ciudadanos brasileños no necesitan solicitar una visa para viajar a España, solo basta que su pasaje sea de ida y vuelta, además claro de cumplir los requisitos exigidos a cualesquier ciudadano extra-comunitario. Por otro lado un detalle importante es que las leyes migratorias aplicadas en los aeropuertos de España no son de ámbito nacional, pertenecen a la esfera de los acuerdos y reglamentos aplicados en todos los países de la Unión Europea.

En Brasil la reacción de los medios de comunicación no se hizo esperar, el drama de la ciudadana brasileña retenida en el aeropuerto de Barajas se difundió debidamente y claro, tampoco faltó el oportunismo de los medios y algo de demagogia mezclada. En realidad los casos de ciudadanos brasileños retenidos en Barajas y, eventualmente muchos de ellos retornados a su país, son bastante más de los que suelen comentar los medios de comunicación.

Por otro lado también ciudadanos españoles han sido retenidos en aeropuertos brasileños y retornados, sin ir muy lejos a mi me sucedió y tampoco se generó conmoción alguna por ello. No me refiero a mi caso en particular el cual expondré más adelante, me refiero los casos que suceden frecuentemente y no salen a la luz pública.

Quienes tenemos en el cuerpo más idas que estadías y frecuentamos aeropuertos de diferentes países, estamos acostumbrados no solo a las largas esperas y demoras en los vuelos, también a los eventuales inconvenientes burocráticos y de otra índole que se nos pueden presentar.  

Cuando me prohibieron entrar a Brasil con pasaporte español.

Viviendo en Brasil de forma legal, éste entiendo es un factor importante a tener en cuenta, viajé a otro país de la región por solo tres días y al regresar hice escala en el aeropuerto internacional de Guarulhos, San Pablo. Aeropuerto éste en dónde gentilmente las autoridades aeroportuarias brasileñas no me permitieron embarcar en el vuelo nacional que me llevaría a Natal, capital del Estado de Río Grande del Norte, ciudad en dónde vivía y desarrollaba mis actividades profesionales.

Vale decir que el viaje fue programado y adquirido en dicha ciudad, además claro de haber estado hasta ése momento viviendo sin inconveniente alguno dentro del territorio y desarrollando mis actividades de forma normal. Me dejaron retenido en el aeropuerto internacional de Guarulhos argumentando una presunta irregularidad al haberme excedido en dos horas de estancia autorizada por mi visa al momento de salir del territorio, la cual se traducía en una infracción administrativa menor.

Aclaro que antes de embarcar en la ciudad de Natal, consulté a la Policía Federal y me informaron que no tendría inconveniente alguno pues en realidad por una hora a causa de las diferencias de huso horario era comprensible, y solo debía pagar una multa de poca cuantía.

Infracción en la práctica nada menor pues lo cierto es que la Policía Federal, encargados de controlar la circulación de pasajeros en los aeropuertos internacionales de Brasil, simplemente me dijeron al momento de regresar que no podía entrar a Brasil y punto, con lo cual quedé dentro del área de tránsito internacional de pasajeros.

Al exponer mi situación a la compañía aérea en la que había viajado me comunicaron que ellos no se hacían responsables de llevarme de regreso al país de dónde había llegado, el cual en realidad era solo parte del viaje adquirido pues partí desde la ciudad de Natal, y mucho menos devolverme el dinero por el tramo nacional del pasaje que no usufructuaría.

Cuando quise comprar un pasaje para regresar por dónde había venido, me dijeron que ellos ahí, en el área de transito de pasajeros, no podían venderme uno y claro, al estar retenido no podía salir a adquirirlo fuera de dicho sector. La única opción que me quedaba era hablar con las autoridades de la Policía Federal brasileña y explicar que quería irme pero no podía comprar mi pasaje.

Debo decir que los agentes de la Policía Federal se comportaron muy correctamente en todo momento, tanto en solicitar por su parte o mejor dicho casi obligar a que un funcionario de otra compañía aérea ingresara a la zona restringida a venderme un pasaje, como cuando me tuvieron sentado y vigilado durante las primeras seis hora de mi “demora” en Guarulhos.

Finalmente, y luego de casi 18 horas de espera, pude coger un vuelo para salir de Brasil; siendo escoltado amablemente por dos agentes de la Policía Federal hasta la puerta misma del avión; bajo la mirada de todo el pasaje y la tripulación del vuelo los cuales me miraban como si fuese un terrorista.

Estuve dos semanas arreglando documentos y visitando el consulado de Brasil en otro país de la región, para luego así poder regresar a mi casa en el norte de Brasil, lugar insisto en el cual vivía de forma legal desde hacía varios meses.

Además de literalmente perder la mitad del pasaje comprado en un principio, tuve que adquirir claro está otro para poder regresar definitivamente a mi casa en Brasil. Lo cual sumado a los gastos que me ocasionaron por concepto de hospedaje y comida, gastos en trámites consulares y sin dejar de lado claro que estuve dos semanas sin generar ingresos con mi trabajo, la gracia me salió bastante cara en términos económicos.

Lo cierto es que en tal oportunidad opté como siempre por hacerme responsable de mis actos, es decir, no me quejé y me busqué la vida. Entendía la posición de la Policía Federal aunque no la compartía, la de la compañía aérea que simplemente se lavó las manos dejándome tirado e hice lo que tenía que hacer.

Luego de tantos años de haber sucedido lo comento no por rasgarme las vestiduras, lo hago para que nadie se crea que es único en cuanto a caer en manos de la burocracia aeroportuaria o la incompetencia del funcionario de turno, los cuales pueden equivocar aunque por lo general solo cumplen con su trabajo.

Menos drama y demagogia que al final de cuentas cada uno es el responsable de sus actos.

Fuente: globo.com

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(1) Comments
  1. Los brasileros es lo que tienen, si les tocan se las cobran y se creen el no va más, no se si será por tamaño y numero de habitantes pero es así. A un amigo argentino lo tuvieron dando vueltas durante años por la residencia brasileña cuando se supone que Argentina y Brasil son miembros del Mercosur, cosa media parecida a lo que es la UE pero versión del tercer mundo. Los brasileños son muy orgullosos y arrogantes, se creen que están por encima del resto de países de Latinoamérica cuando tienen millones de pobres, cientos de favelas y una corrupción policial galopante.

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