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Centrales nucleares: el riesgo atómico existe.

Centrales nucleares: el riesgo atómico existe.

Las centrales nucleares en estado latente. 

energía nuclear

Los seres humanos somos de lo que no hay, necesitamos de que suceda una desgracia para tomar conciencia de ciertas cosas las cuales sabemos que existen aunque, por comodidad o conveniencia hacemos como que no.

Nuestra memoria selectiva funciona a las mil maravillas. Me refiero concretamente al tema de las centrales nucleares que se reparten por el mundo entero, porque estamos rodeados de ellas, solo basta echar un vistazo a un mapa para entender de lo que hablo.

Por ejemplo, si no fuera por los trágicos hechos acaecidos en Japón y el accidente nuclear correspondiente nos habíamos olvidado de Chernóbyl. Es lógico, sucedió hace tantos años atrás que solo los que siguen sufriendo las consecuencias y unos pocos más lo recuerdan. Porque todavía y por muchas décadas más seguirán haciéndose sentir las consecuencias del desastre ocurrido en la central nuclear de Ucrania.

Al parecer el tema de protestar contra las centrales nucleares es cosa de unos pocos ecologistas a los que algunos todavía miran con ojos como si fueran dementes o algo peor; agitadores sociales, provocadores, inconformistas o en fin, las etiquetas que todos conocemos se les coloca sin justificación alguna.

La dependencia que tenemos con las centrales nucleares para mantener nuestras sociedades es tremendo, y lo peor del caso es hay otras opciones, está probado y demostrado, no hay misterio ni hablo de cosas que sean secreto de Estado.

Presuntamente el motivo de no reciclarnos hacia la utilización de las energías renovables o cualquier otra fuente energética son los costes económicos, claro que nadie cuantifica en términos de vidas humanas cuando sucede una tragedia nuclear, porque las vidas humanas no tienen precio aunque para muchos desde luego lo tiene y es muy bajo en la cotización del mercado de valores mundial.

No pretendo que se cierren indiscriminadamente las centrales nucleares del planeta, no, sería interesante poner en práctica planes serios de cierre de las mismas y que las miles de personas que trabajan en tales plantas las cambiaran a otras empresas que produzcan energías por otras vías alternativas no tan peligrosas y destructivas; en fin, seguro que se conseguirían buenas opciones para no dejarles injustamente sin trabajo, solo hay que comprometerse.

Algunos han dicho que Japón debería de haber aprendido la lección sobre los peligros de la utilización de la engría nuclear por la terrible experiencia que vivieron en Nagasaky e Hiroshima. Con todos mis respetos lo considero un absurdo en toda regla, no tengo otra forma de expresarlo, lo siento y no pretendo faltar el respeto a nadie que mantenga tales ideas, es que me resulta surrealista el solo hecho de pensarlo.

Los japoneses en Nagasaky e Hiroshima no tuvieron una accidente en una planta nuclear, fueron atacados bestialmente con bombas atómicas por los EE.UU.

La energía nuclear se utiliza para diferentes fines; médicos o de investigación por ejemplo y claro, con fines militares también, nos encanta andar asesinándonos los unos a los otros como bestias y cuanto mayor el poder de destrucción lógicamente resulta mejor.

Insisto, en Nagasaky e Hiroshima no explotaron centrales nucleares, les tiraron bombas atómicas desde aviones y los asesinaron como animales, los mataron como a perros sin poder defenderse o intentar huir de la muerte.

Dejando aparcado el tema de las centrales nucleares por un momento me permito reflexionar sobre las posibles consecuencias de suceder un terrible tsunami como el que sufrieron los japoneses en otras sociedades. ¿Lo pueden imaginar?

Japón es una de las mayores potencias económicas del planeta, están literalmente entrenados desde niños para enfrentarse a circunstancias como las que tuvieron que padecer, tecnológicamente hablando van más que adelantados con respecto al resto del mundo por varios pasos. Los niveles de condicionamiento a los que son expuestos en los diferentes niveles de su vida son muy estrictos y hacen gala de un respeto a las normas poco usual de ver en occidente y, con todo lo citado anteriormente, fueron arrasados sin tener posibilidad alguna.

Considero oportuno reflexionar sobre lo ocurrido, sospecho que todavía estamos a tiempo de evitar males mayores que como siempre terminaremos pagando con vidas de seres humanos. Las centrales nucleares siguen ahí, y debemos cuando menos no perderlas de vista.

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(2) Comments
  1. Los americanos se golpean el pecho por lo de las torres cuando nos les tembló el pulso para tirar las bombas atómicas a los japoneses. Las centrales nucleares son un gran negocio como todo lo relacionado con la energía, el que tiene el petróleo tiene la sartén por el mango y el resto se las arreglan como pueden.

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