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Bobby Fischer: genio y figura hasta en la sepultura.

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Bobby Fischer: genio y figura hasta en la sepultura.

Las curiosidades del gran campeón mundial de ajedrez.

Bobby Fischer aprendió a jugar al ajedrez a los seis años y de inmediato comenzó a destacarse en cuanto torneo se presentaba. Nació en Chicago en 1943 y murió en Islandia en el 2008. Dedicado literalmente en cuerpo y alma durante prácticamente toda su vida, el propio Fischer definiría al ajedrez como su “alter ego”.

Fischer afirmó, “simplemente viví por y para el ajedrez desde niño”. El tiempo dedicado por Bobby Fischer siendo niño al ajedrez, incluso jugando consigo mismo para entrenarse y aprender nuevas estrategias, lo llevó directamente de la mano de su madre a la consulta de un psiquiatra; el cual le dijo “que no se preocupara, que había peores obsesiones que jugar ajedrez”.

Bobby Fischer provenía de una familia desestructurada de Brooklyn, su madre sola con varios empleos sacó adelante a él y a su hermana. Su madre estuvo bajo la mira del mismísimo FBI por manifestar abiertamente su ideas comunistas e incluso habla fluidamente ruso. En aquellos años ser comunista en los EE.UU era bastante peor que no ser políticamente correcto, era casi un delito federal. Ésta mujer, además de criar al gran maestro del ajedrez en el que se transformaría su hijo, negaba también sus orígenes judíos, con lo cual la mezcla estaba servida para que despertara todo tipo de suspicacias, hasta de que se le considerara presuntamente una espía soviética.

Su madre no tardó demasiado en notar el gran talento de su hijo Bobby para jugar al ajedrez, basada claro en los resultados obtenidos en los campeonatos por éste. Y comenzó a presentir que ésto podía significar un medio de vida bastante rentable no solo para su hijo, para ella también. Llegó a organizarle, siendo Bobby Fischer adolescente, giras por diferentes ciudades de los EE.UU en dónde éste jugaba partidas simultáneas de hasta 80 tableros. Algo realmente tremendo a decir verdad y con lo cual ganaba de media 5 dólares por tablero contra el que jugara.

Cabe destacar que Fischer se transformó en un fenómeno del ajedrez a muy temprana edad, una estrella la cual no logró controlar la popularidad y su entrono, el cual evidentemente estaba contaminado por personas que solo intentaban satisfacer sus intereses particulares y no las de joven genio del ajedrez. Llegó a mantener duros enfrentamientos con la federación mundial de ajedrez y así, poco a poco, no solo se fue formando la imagen del gran genio del ajedrez, también la del ser humano reaccionario, problemático y controvertido.

Poco a poco Bobby Fischer comenzó a sentir verdadera animadversión por los periodistas y éstos contrarrestaron con toda su artillería etiquetándolo de egoísta, excéntrico y obstinado. Como parte de su entrenamiento diario incluía la práctica activa de diferentes deportes, Fischer entendía que maximizar recursos también significaba hacerlo con su cuerpo y de hecho presentaba condiciones de sobra para la practica del deporte.  

El torneo de Islandia marcó un antes y un después. Bobby Fischer se proclamó campeón del mundo de ajedrez al vencer a al soviético Spassky en Islandia el 1 de septiembre de 1972. La denominada “partida del siglo”, lo fue por varios aspectos; el norteamericano derribó el monopolio a nivel mundial que mantenían los soviéticos desde el año 1948, enviando un mensaje claro y contundente: se les puede ganar a los soviéticos!

Vale decir que para el régimen soviético el ajedrez era un asunto de Estado, invertían verdaderas fortunas para estructurar una auténtica escuela soviética de ajedrez; la cual monopolizó durante más de dos décadas todos los campeonatos del mundo y juegos olímpicos que se celebraron. Incluso las finales de los campeonatos del mundo de la época se disputaban entre soviéticos, con lo cual se aseguraban así el titulo y la posibilidad de seguir manteniendo el monopolio de triunfos.

Un maestro de ajedrez soviético en aquellos años gozaba de privilegios casi exclusivos, eran semidioses y en consecuencia utilizados como herramienta propagandística por el gobierno de Moscú. Utilizaban el ajedrez como un símbolo que intentaba situar al comunismo por encima del capitalismo y la mediocridad accidental.

En el torneo de Islandia no se enfrentaron solamente dos jugadores de ajedrez, Fischer y Spassky, se enfrentaron dos sistemas de juego, dos ideologías políticas antagónicas y en definitiva dos países, líderes y símbolo al mismo tiempo cada uno de los bloques de la Guerra Fría. Si quieres saber más sobre los detalles del torneo de Islandia y sus repercusiones haz click aquí

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Bobby Fischer y Boris Spassky en la final del campeonato del mundo de ajedrez de 1972.

Los problemas para Bobby Fischer continuaron incluso después de muerto.

Si antes de proclamarse campeón del mundo de ajedrez, Bobby Fischer era un personaje polémico y controvertido, a posterior de éste terminó de consolidar su imagen de forma definitiva; cuando menos la que proyectaba al mundo.

Luego del torneo de Islandia vendría su afiliación a una iglesia cristina fundamentalista, la depresión, los delirios de persecución, los Protocolos de Sion y el antisemitismo con la correspondiente paradoja de cómo un judío se transforma en antisemita. La paranoia hizo estragos en el campeón del mundo de ajedrez. Fischer que abiertamente en una entrevista manifestara su descreimiento por la psicología, ahora más nunca evidentemente necesitaba de ella.

¿El ajedrez tuvo la culpa? ¿Sus carencias existenciales y debilidades cognitivas? Sospecho que éstas últimas en realidad fueron las verdaderas causantes de los males de Bobby Fischer; sin dejar de lado el gran efecto condicionador negativo de su entorno en las primeras fases de su desarrollo psicosexual, determinado claro está por su madre.

Bobby Fischer era el Mozart del ajedrez!

 

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Bobby Fischer (1943-2008).

ZIta Rajèan, una jugadora de ajedrez de 19 años logró con una simple carta dirigida a Bobby Fischer hacerle regresar a su mundo, el del ajedrez. En dicha carta ella le decía que era el “Mozart del ajedrez”. Organizó un tornero en 1992 con su gran rival Spassky, el mismo con el que se enfrentara más de veinte años atrás en Islandia. El enfrentamiento entre los dos grandes Maestros y campeones de ajedrez se protagonizó en Yugoslavia, precisamente cuando estaba apunto de estallar la guerra en dicho país.

La partida, independientemente de que la ganara y fuera un tanto deslucida, le costó un buen problema a Fischer con el gobierno de los EE.UU. Perdió su nacionalidad norteamericana y se convirtió así en un expatriado.

Cuando sucedieron los atentados del 11 de septiembre, Fischer aprovechó para descargar su rencor contra el gobierno de los EE.UU, simplemente manifestando públicamente que se lo merecían y era hora de que pagaran por sus errores. Con ésta actitud logró que el presidente George Bush lo colocara en su mira y al final, el 16 de julio del 2004, Bobby Fischer fue detenido en Tokio por violar normas de migración.

Islandia, país en dónde se proclamó campeón del mundo de ajedrez, le otorgó una ciudadanía y el correspondiente pasaporte que le permitiría salir de tal incómoda situación. En marzo del 2005 arribaba en un jet privado a Islandia, su nuevo país y ahí residiría hasta su muerte, el 18 de enero del 2008. Con la Muerte de Bobby Fischer no acabaron sus problemas y su nombre siguió generando noticias y polémicas.

En junio del 2010, la Suprema Corte de Islandia, determinó que el cuerpo del otrora campeón del mundo de ajedrez debía se exhumado para serle practicada una prueba de ADN. Lo anterior se debió ante la solicitud legal de una madre, la cual reclamaba la paternidad de Bobby Fischer sobre su hija. Los resultados de las pruebas de ADN realizadas al difunto campeón del mundo determinaron que él no era el padre de la niña en cuestión.

Para llegar a ser un maestro de ajedrez no solo se requiere de talento, también de mucha esfuerzo y sacrificio, una voluntad a prueba de balas y, por sobre todo, dedicación total. Bobby Fischer, amén de polémicas y conductas un tanto cuestionables, fue sin duda alguna uno de los grandes genios del ajedrez.

En mi opinión personal, sin desmerecer a ninguno de los otros grandes y geniales campeones del mundo de ajedrez, Bobby Fischer fue “él genio”.   

Fuente:  Bobby Fischer

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(1) Comments
  1. Se nota que el tipo era un genio pero medio chalado también, al final terminó pasándose de vueltas y terminó medio paranoico. Uno se pregunta con éstas historias de vida lo que realmente es ser inteligente, si ser un genio o un inadaptado.

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