Antonescu es nombrado presidente interino de Rumanía.
Hoy, martes 10 de julio de 2012, la Corte Constitucional de Rumanía en sesión extraordinaria decidió que las modificaciones a la ley de referéndum adoptadas con carácter urgente por el gobierno provisional de Victor Ponta, Primer Ministro en funciones, son constitucionales y no violan los mecanismos establecidos por la ley.
Los magistrados establecieron para validar los resultados del referéndum a celebrarse el día 29 de julio, el cual puede destituir de su cargo al suspendido presidente Basescu, deberá contar con la participación del 50% + 1 del electorado habilitado.
Posteriormente, a las 11:00hs, Basescu entregaba oficialmente los poderes presidenciales de forma interina a Crin Antonescu, el que fuera hasta entonces presidente del senado rumano. Como detalle anecdótico Basescu partió al volante de un Dacia Logan, presuntamente de su propiedad. Lo que ha sido interpretado por muchos como un acto de simple demagogia, aunque en mi opinión personal tiene un trasfondo bien intencionado desde lo estratégico y el cual supera el simple aspecto demagógico del hecho.
Debemos tener presente que el Dacia Logan es el coche “popular” por excelencia en Rumanía, el cual por cierto inunda las calles del país y cualquiera que visite Bucarest lo comprobará a simple vista; incluso el 95% de la flota de taxis de la ciudad está compuesta precisamente por ésta marca y modelo de coche.
Basescu será lo que será, ahora, de tonto no tiene un pelo. Con ésta jugada no solo se muestra como un “presidente víctima”, también como un ciudadano cercano al pueblo. En fin, que éste no da puntada sin hilo, os lo aseguro.
A las 13:20hs, apenas pasadas dos horas de que Antonescu fuera nombrado presidente interino de Rumanía, el embajador de los EE.UU, Mark Gitenstein, le hace una visita de carácter oficial en el Palacio Cotroceni. Hasta aquí tampoco nada sospechoso, lo curioso viene dado porque el embajador de los EE.UU entró a reunirse con Antonescu justo diez minutos después de que saliera por la misma puerta Victor Ponta, Primer Ministro de Rumanía.
Para muchos, entre los cuales me incluyo a decir verdad, el embajador de los EE.UU no quería ni cruzarse con el Primer Ministro de Rumanía. El motivo que sustenta dicha sospecha es simple, el embajador de los EE.UU estaba al tanto del proceso parlamentario de suspensión contra Basescu 48hs antes de que éste se produjera. Se hicieron públicas declaraciones realizadas el día 4 de julio por el embajador Mark Gitenstein, en dónde éste manifestaba que “no era tan importante la suspensión de Basescu como las formas en que ésto se hiciera”.
Es decir, dos días antes de que el parlamento rumano suspendiera al presidente en funciones, la embajada norteamericana tenía conocimiento de ello e incluso sabían el resultado de la votación parlamentaria. En fin, que en el oscuro arte de la política internacional lo único que no conviene hacer es precisamente lo que hizo el embajador norteamericano, confirmar que sabían todo lo que sucedería de antemano; pues permite especular hasta qué punto ellos no tuvieron nada que ver en el asunto Basescu.
¿Aprovechará Antonescu la oportunidad?
El líder del PNL (Partido Nacional Liberal) y presidente del senado rumano, Crin Antonescu, asumió oficialmente su cargo como presidente interino de Rumanía. Como primera medida debe renunciar a su cargo como presidente del PNL y a sus funciones como presidente del senado; ambas cosa las cuales por cierto hizo de inmediato.
Antonescu en principio está inhabilitado por la Constitución para intervenir en los asuntos parlamentarios, como tampoco puede disolver dicha institución. Al mismo tiempo no puede convocar otro referéndum, importante factor pues de no ser así incluso podría intervenir en el proceso del que está pactado para celebrarse el día 29 de julio.
Antonescu como presidente interino podrá ejercitar todos los derechos acordes a su cargo, con lo cual por decreto puede absolver a cualquier miembro del parlamento que esté siendo investigado por presuntos delitos de corrupción. Lo más significativo es que podría, y ahí viene la cuestión del asunto, otorgar por decreto la gracia a Adrian Nastase, destituir al director de la DNA (Dirección Nacional Anticorrupción) y por si fuera poco podrá, si es que así lo dispone, echar de su cargo al Procurador General del Estado.
Aquí podemos encontrar la respuesta al por qué de tanta prisa por parte de la UCL (Unión Social Liberal) por suspender a Basescu de sus funciones como presidente de Rumanía. Podrían salvar a Nastase de la prisión, puesto que según la constitución de Rumanía el decreto de gracia a un condenado por parte del presidente solo debe reflejar sus datos de identificación, sin necesidad de justificación alguna del por qué se concede dicha gracia.
Desde luego habrá que esperar que Antonescu y sus socios muevan ficha para ver ante qué no encontramos, aunque en mi opinión personal es de suponer Nastase se encuentre ahora mismo con un pie fuera de la prisión. Ahora bien, nadie llega a imaginar lo que puede suceder si efectivamente Antonescu otorga la gracia a Nastase y el referéndum del 29 de julio confirma a Basescu en sus funciones como presidente. No quiero ni imaginarme la forma en que Basescu puede comenzar a cobrar venganza contra sus adversarios políticos.
En mi opinión personal considero muy saludable para la democracia y sus instituciones que un ex Primer Ministro, como es el caso de Nastase, sea enviado a prisión por corrupción. Lo que no olvidemos es el cómo lo enviaron a prisión y bajo qué cargos; pues el delito fue no poder justificar parte de los fondos de su campaña electoral del año 2004.
Insisto, considero oportuno en toda regla que cualquier político sea condenado por cualquier irregularidad, el punto es que particularmente el caso Nastase sigue oliendo a encerrona y sobre todo a venganza política en toda regla. Si todo ésto que sucede ahora mismo en Rumanía, es parte de una estrategia para derrocar legalmente a un presidente elegido democráticamente por el pueblo, y sería algo más estar ante el uso indebido de los mecanismos democráticos.
Antonescu, previa investidura de su cargo como presidente interino, manifestó al respecto: “no creo que la política se separó de la justicia en el caso Nastase, al contrario; es un ejercicio de transparencia democrática, no como en el caso Timoshenko en Ucrania”.
Curiosas y al mismo tiempo oportunas declaraciones a mi entender, máxime teniendo en cuenta de que ahora Antonescu tiene carta blanca para obrar a su antojo y lo más importante, puede hacerlo amparado por la Constitución. Respecto de que mencionara en dichas declaraciones el caso Timoshenko, sospecho que a sus vecinos no les habrá causado ninguna gracia lo hiciera; además, a Yulia Timoshenko entre otros cargos le endosaron “abuso de poder”, cosa que esperemos Antonescu no imite.
Fuente: ziare.com