La proxémica en la entrevista de trabajo es un factor muy importante, como también controlar lo que transmitimos con nuestro cuerpo a través de la comunicación no verbal.

Un aspecto pocas veces tenido en cuenta dentro del ámbito de la entrevista de trabajo es, precisamente, el de la comunicación no verbal. Partiendo de la base que es un aspecto altamente importante al comunicarnos con alguien, desde luego en una circunstancia tan determinante como la entrevista de trabajo cobra un valor especial.

Casi el 70% de la comunicación a nivel interpersonal es no verbal, por lo tanto recuerda que tu cuerpo está enviando un mensaje directo a tu interlocutor, el cual, aunque no sea consciente de ello, te aseguro lo estará procesando inconscientemente.

Ahora bien, tampoco dramaticemos u exageremos con lo anterior; es decir, la comunicación verbal, por más que ocupe un porcentaje menor dentro del contexto de la comunicación general, es altamente importante y también determinante.

Partamos de la base de que nuestro interlocutor es un experto en entrevistas y, si así lo fuera, dominará la comunicación no verbal; no solo como receptor, también como emisor.

Recuerda que el cuerpo habla y muchas veces envía mensajes mucho más contundentes que los verbales.  

La proxémica y la comunicación no verbal en la entrevista de trabajo.

Tu postura es muy importante, tanto al caminar como al sentarte; caminar erguido no significa hacerlo como si tuvieras un corset o pretendieras llevarte a alguien por delante. Estrecha su mano de forma segura aunque sin intentar apretarla y siéntate cuando tu entrevistador te invite hacerlo.

La proxémica es muy importante a tener en cuenta al momento de interactuar en una entrevista de trabajo, y es un factor clave dentro de la comunicación no verbal.

La distancia de comodidad al interactuar con otra persona depende de varios factores particulares, uno de ellos y tal vez el más sencillo de detectar es el cultural. La proxémica a nivel de usos sociales es diferente en cada cultura y, por si fuera poco, se combina con las particulares del individuo.

Conviene mantener distancias medias y equilibradas, procurando no parecer ni distantes y tampoco demasiado cercanos a nuestro entrevistador.

Al sentarte es conveniente que adoptes una pose relajada aunque recuerda que no estás frente a un amigo en un bar, estamos en una entrevista de trabajo; distendido no es dejarte caer en el asiento ni mucho menos.

No cojas una posición demasiado atrás o delante de la silla, procura hacerlo en medio de ella y, si fuera un sillón utiliza la misma regla. Es muy importante que te sientas cómodo y mantengas una postura relajada.

No cruzar las piernas y los brazos en la entrevista de trabajo.

Jamás te cruces de piernas al estilo americano y si lo haces al estilo europeo ten cuidado, puesto que tal cruce de piernas puede enviar un mensaje de cierta soltura; insisto, cuidado con las piernas y ante la duda dejar ambos pies apoyados en el suelo.

El cruce de piernas opuesto al americano es el europeo, el cual por muchos de forma equivocada se suele interpretar como inseguridad. Éste es un factor, al igual que la proxémica, altamente condicionado por la sociedad específica en que nos encontremos y por elementos particulares del individuo.

Los brazos nunca deben cruzarse, bien puedes dejarlos descansar sobre tu piernas o, si has optado por el cruce de piernas estilo europeo, apoya el derecho sobre el izquierdo a la altura e las muñecas, dejando éstas un tanto flexionadas.

Si has cruzado las piernas de forma inversa, es decir, la izquierda sobre la derecha, igualmente mantén la muñeca derecha sobre la izquierda.

Si optas por no cruzarte de piernas evita juntar las rodillas y mucho menos estrechar las manos o dejarlas descansar sobre tus miembros inferiores como si estuvieras rezando; aunque no lo digan transmites actitud de ruego.

Estamos en una entrevista de trabajo y no pretendemos pasar por devotos ni creyentes, ni por personas sumisas o serviles; seguridad no es arrogancia ni mucho menos.

Debemos no caer en estereotipos relacionados a la comunicación no verbal, y por supuesto evitar la gran cantidad de falacias relacionadas con el tema.

Al final de cuentas termina siendo una cuestión de interpretación y debemos proceder en consecuencia, con prudencia y sin realizar análisis que nos conduzcan a errores pueriles.

Los gestos, las miradas y las manos durante la entrevista de empleo.

Cabeza erguida aunque el mentón alineado; mantén contacto visual y utiliza el truco del entrecejo, fija tu visión en el entrecejo de tu interlocutor para no cansarlo o parecer intimidarte.

Puedes utilizar el recurso del movimiento leve de cabeza hacia uno de los lados, aunque ten presente que tanto un lado como el otro determinará cosas diferentes para tu interlocutor, y estamos hablando de que puede ser un experto en comunicación no verbal.

No obstante, en una entrevista de trabajo conviene evitar las miradas al suelo o movimientos oculares rápidos.

Gesticular y sonreír, si sabes utilizarlos correctamente y en le momento preciso, pueden ser muy efectivos aunque tampoco abuses de ellos.

Si eres una persona que gesticula demasiado es parte de tu personalidad, por tanto no significa que esto sea un elemento negativo ni mucho menos; la sonrisa desde luego puede llegar a ser un arma de rapport básica aunque muy efectiva, tenlo presente.

Si tienes que estar unos instante de pie frente a tu entrevistador, por ejemplo al momento de despedirte, no pongas tus brazos por delante de tu cuerpo, me refiero a la postura de manos cogidas por delante.

Una opción bien puede ser colocarlas por detrás, cogida una a la otra o, dependiendo de cómo transcurriera la entrevista, incluso una el bolsillo, recordando siempre dejar fuera el dedo pulgar o parecerá que te lo amputaron.

Por más que estemos en una entrevista de trabajo siempre debemos actuar de forma natural.