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Autoconcepto: ¿cómo creemos que somos?

Autoconcepto: ¿cómo creemos que somos?

El autoconcepto es uno de los elementos importantes de la autoestima y, al mismo tiempo, ambos son factores trascendentes de nuestra personalidad. 

Frecuentemente se suele confundir ambos términos utilizándolos como sinónimos e incluso varios autores, al tener factores en común, suelen abordar dichos conceptos como uno solo.

Una forma simple de diferenciarlos es desde el contenido netamente perceptivo del autoconcepto y, por otro lado, desde la valoración que implica la autoestima; concentrándonos siempre evidentemente desde el individuo.

El autoconcepto se sintetiza por tanto en el conocimiento de sí mismo desde lo cognitivo y la autoestima en la valoración que hace el individuo de sí mismo desde lo afectivo.

Es indudable que para definir el autoconcepto debemos echar mano del autoconocimiento, conocerse a uno mismo es una tarea que pocos asumen y mucho menos detectan como una necesidad.

Vale decir que el proceso de autoconocimiento comienza en las primeras fases de nuestro desarrollo, desde nuestro nacimiento para ser exactos, cuando comienza con la emergencia del yo y, sucesivamente, con las respectivas fases de formación, expansión, diferenciación y madurez.

Precisamente, en la fase de madurez es dónde nos encontramos con los llamados puntos de estancamiento, situaciones antes las cuales debemos analizar mediante la debida estructuración del autoconcepto y valorarle en consecuencia.

Dicha estructura se organiza y vincula desde las experiencias individuales y es determinante desde las circunstancias en las que nos vemos envueltos. Las diferentes fases del desarrollo del autoconcepto se entremezclan con las del desarrollo psicosexual y las de los diferentes niveles de condicionamiento al que somos expuestos.

Es menester por tanto atender desde todos ángulos y, de forma particular, separando la incidencia de cada factor interviniente en la formación del concepto de sí mismo. 

Situados desde lo anterior podemos fácilmente entender como nuestro autoconcepto se modifica a lo largo de nuestra vida y, aunque siempre presenta ciertas resistencias al cambio, como determinados hechos puntuales a lo largo del desarrollo le pueden modificar.

No podemos dejar de lado la intervención de factores externos, como por ejemplo una intervención profesional, mediante la cual se pueden modificar de forma consciente ciertos elementos de nuestro autoconcepto para nuestro propio beneficio.

El entorno evidentemente influenciará de forma diferencial, respecto de cada individuo claro, el concepto de nosotros mismos que iremos formando o definamos en un momento preciso de nuestras vidas.

Las diferentes variables las debemos analizar desde el primer nivel de condicionamiento al que somos expuestos, el familiar, y continuar por el educativo y el social respectivamente.

En cada nivel las variables serán diferentes y, lógicamente, los factores externos también; el punto es determinar hasta dónde llegan a influenciar nuestra conducta y de qué forma en el concepto de nosotros mismos

Distinguir tales factores nos permitirá entender ciertos comportamientos que manifestamos y, al mismo tiempo, comenzar los procesos de cambio si así lo requiere atendiendo desde nuestras necesidades.

Cuando comenzamos el camino hacia el autoconocimiento debemos separar lo que nosotros creemos que somos, los que los otros creen que somos o la forma en que nos perciben y el punto medio entre ambos, el cual se presenta como lo real aunque, la realidad es una cuestión de simple percepción de la misma o de cómo la interpretamos, por tanto, siempre debemos tener presente que los demás interpretan desde su subjetividad nuestra persona.

Independientemente de estar analizando desde nosotros o desde factores externos los elementos que estructuran nuestro autoconcepto, es menester el hacerlo desde las evidencias como forma de argumentar y en consecuencia sustentar nuestras eventuales conclusiones.

El diferencial para analizar el concepto de autoestima es comenzar, precisamente, atendiendo desde el autoconcepto; punto de partida para comenzar un efectivo proceso de cambio. 

Author: Daniel Costa Lerena

Psicólogo Clínico, Master en Coaching y NLP-DBM. Webmaster y Blogger.

(3) Comments
  1. Me parece que entre lo que la gente cree ser y lo que realmente es hay un trecho muy largo.Hay muchos que se creen muy especiales y de espciales no tienen nada, como también hay gente que tiene mucho para dar y no se valora porque le han hecho cree que no vale nada. El autoconcepto es algo muy importante y también incide mucho con la baja auotoestima.

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